La Técnica EMDR en niños ha sido ampliamente utilizada para tratar el Estrés Postraumático y su alta eficacia está fuera de toda duda.
Los niños que sufren abusos, maltratos o negligencias severas, así como aquellos que pasan por situaciones como accidentes o catástrofes naturales tienen un alto riesgo de desarrollar un Estrés Postraumático.
Pero estos dos tipos de vivencias traumáticas no sólo contribuyen al desarrollo de Estrés Postraumático, sino también a otros desequilibrios emocionales como Depresión, Ansiedad Generalizada o Ansiedad por Separación.
EMDR es una de las técnicas más efectivas y con una base científica más sólida en el tratamiento de los Trastornos Postraumáticos en adultos (leer más sobre EMDR: http://www.akapsico.com/emdr/)
Cuando se revisan y analizan múltiples estudios que comparan el efecto de distintos tratamientos psicológicos sobre el Trauma Infantil en niños (porque el EMDR permite, por otro lado, tratar el trauma infantil en adultos, muchos años después de que haya sucedido, cuando estos sufren aun sus efectos…) se encuentra que el EMDR en niños resulta eficaz y más rápido, es decir, hay un mayor porcentaje de niños que superan su Estrés Postraumático y además se necesitan menos sesiones que con otras técnicas.
EL EMDR en niños con Estrés Postraumático permite reducir efectiva y rápidamente su nivel de Ansiedad, así como les ayuda afrontar situaciones que de alguna manera pudieran recordarles la situación traumática con más equilibrio y menos sufrimiento.
Tengamos en cuenta que los niños que han sufrido maltratos o abusos y son sacados del ambiente en que se producían dichos abusos, pueden seguir re-experimentando el mismo malestar y viviendo con el mismo miedo que sentían entonces porque, digámoslo así, el estrés tiene una inercia que le hace permanecer después de acabado el suceso que lo produjo inicialmente (el sentido adaptativo de esto es simplemente precaución: si ya me han hecho daño voy a estar alerta por si consigo evitar que me lo hagan de nuevo).
De esta manera, El EMDR permite pasar página y vivir el presente por lo que es y no por lo que se parece a las situaciones abusivas o de peligro del pasado.
¿Quieres leer el estudio que demuestra que el EMDR en niños con Estrés Postraumático es más efectivo y rápido que otras técnicas?http://www.akapsico.com/wp-content/uploads/2016/04/EMDR-en-Niños.-Revisión.pdf
La técnica EMDR (Reprocesamiento y Desensibilización por el Movimiento Ocular) ha alcanzado gran difusión y reconocimiento en las últimas décadas en el campo de la Psicoterapia por su alta eficacia en el tratamiento de Trastornos de Ansiedad (inicialmente exclusivamente en el Estrés Postraumático y más recientemente también en Ansiedad Generalizada, Trastorno de Angustia – Pánico, Agorafobia, etc.).
Aunque el EMDR tiene una gran validez científica y clínica, y se utiliza por todo el mundo, en Asturias quizá sólo quince o veinte Psicólogos y/o Psiquiatras la utilizan en su práctica clínica diaria (y estos están localizados casi exclusivamente en Oviedo y Gijón).
TIC (Técnicas de Integración Cerebral) es un término acuñado por los Dres. Solvey para designar a un conjunto de técnicas entre las que podemos incluir al EMDR. Los Dres. Solvey son reconocidos, además de por su labor como psicoterapeutas, por su trabajo como formadores de psicoterapeutas: fueron los primeros en enseñar EMDR en español y hasta hace poco eran los únicos en enseñar TIC a nivel mundial.
En el entrenamiento en TIC (Técnicas de Integración Cerebral) estos doctores enseñan dos técnicas: OEI u OxV (One Eye Integration, de los canadienses Bradshaw y Cook) y Anteojos Terapeuticos (original de los propios Solvey).
Este entrenamiento en TIC tal y como ellos lo propusieron se está llevando a cabo ahora también en España, por lo que comienza a haber Psicólogos en España que realizan este tipo de Psicoterapia, aunque en Asturias (Oviedo, Gijón o Avilés) escasean y cuentan con escasa experiencia (puedo asegurar que cuando volví de Buenos Aires en 2008, habiéndome formado allí con los Dres. Solvey, en España había sólo dos o tres personas además de mí que las conociesen y las utilizasen, ninguna de ellas en Asturias; y que hace dos años seguía sin haber Psicólogos en Oviedo ni en Gijón ni en ningún punto de Asturias que trabajasen las TIC).
Pablo Pérez García, Psicólogo COl. O-2138
Atención en Oviedo, Gijón y Llanes, Asturias
No hay escuela o corriente de la Psicología (en Oviedo y Gijón, en toda Asturias, la más extendida es la Cognitivo-Conductual) que no aporte comprensión sobre la mente y/o el comportamiento del ser humano: el Conductismo nos muestra cómo aprendemos por condicionamiento y repetición de asociaciones; el Cognitivismo cómo los pensamientos internos modifican nuestras respuestas ante los estímulos del ambiente; el EMDR (Reprocesamiento y Desensibilización por el Movimiento Ocular) cómo un Trastorno de Ansiedad (muchas veces Estrés Postraumático o Trastorno de Adaptación) o Depresión desencadenados tras una situación puntual traumática (Trauma Psíquico) pueden remitir también con gran celeridad; EFT y la Psicología Energética incrementan, a partir de la Medicina Tradicional China (MTC) y la Teoría de Meridianos, nuestro conocimiento y capacidades de curación del ser humano; la Psicología Humanista que las personas, para alcanzar la felicidad a largo plazo, deben conocerse a sí mismas y desarrollar la propia esencia interior; la Hipnosis que, de la misma manera que nuestra mente nos engaña, también nosotros podemos engañar a nuestra mente y que, finalmente, realidad y engaño son la misma cosa.
Sin embargo, el beneficio pleno de cualquiera de estas orientaciones en Psicología o Técnica concreta de Psicoterapia sólo podrá alcanzarse si el paciente está dispuesto a cambiar hábitos, a modificar su estilo de vida, a aprender y evolucionar hacia una comprensión más profunda de sí mismo, de la realidad y de la vida.
Y si, por su parte, el Psicoterapéuta o Psicólogo, además de ser un profesional con formación y experiencia suficientes con las técnicas más apropiadas, ha evolucionado y evoluciona también personalmente, si está enraizado en el presente y si es emocionalmente capaz y equilibrado.
Porque, al fin y al cabo, una relación terapéutica es un encuentro entre dos personas en que una pide ayuda y la otra la ofrece con el objetivo de mejorar el estado anímico, psíquico o emocional, y en la que tanto el que da como el que recibe la Psicoterapia, tanto el Psicólogo como el Paciente, pueden aprender y beneficiarse.
Pablo Pérez García, Psicólogo Col: O-2138
Master en PsicoOncología, Experto en Psicopatología
Atención en Oviedo:
C/Manuel Pedregal, 2-2A
En Gijón:
C/Cervantes, 8BIS-2ºA
Teléfono: 629835699
Mail: pablo@akapsico.com
La Ansiedad es un estado de desasosiego, de miedo, de angustia, de intranquilidad, de desequilibrio.
La Ansiedad toma muchas formas. Es algo así como el agua, que puede mostrarse en distintos estados y formando parte de múltiples compuestos.
La Ansiedad puede aparecer, principalmente, en forma de:
Ansiedad Generalizada (TAG)
Fobias Específicas
Fobia Social
Estrés Postraumático (TEPT)
Angustia-Pánico
Obsesiones y Conductas Compulsivas (TOC)
Estrés agudo
Agorafobia
El Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT), nos dice el criterio diagnóstico oficial DSM-IV, es consecuencia de la vivencia de un acontecimiento estresante y extremadamente “traumático”, donde el individuo se ve envuelto en hechos que representan un peligro real para su vida o cualquier otra amenaza para su integridad física, el individuo atraviesa una situación en la que se producen muertes, heridos o existe una amenaza para la vida de otras personas; o bien el individuo conoce a través de un familiar o cualquier otra persona cercana acontecimientos que implican muertes inesperadas o violentas, daño serio o peligro de muerte o heridas graves (Criterio A1).
La respuesta del sujeto a este acontecimiento debe incluir temor, desesperanza y horrores intensos (o en los niños, un comportamiento desestructurado o agitado) (Criterio A2).
Los síntomas deben incluir la reexperimentación persistente del acontecimiento traumático (Criterio B), evitación persistente de los estímulos asociados a él y embotamiento de la capacidad de respuesta del individuo (Criterio C), así como una persistente activación o estrés (Criterio D). Este estado debe durar más de 1 mes (Criterio E) y provocar un malestar elevado, deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la vida del individuo (Criterio F).
Cuando el individuo presenta sólo algunos de estos síntomas es común que se le diagnostique “Trastorno Adaptativo”.
Los síntomas pueden aparecer a los pocos meses tras el incidente o tardar años en manifestarse.
Sin embargo, en todo lo anterior no se nos explica porqué unos individuos se sobreponen a este tipo de situaciones y otros no, es decir, no se explica de qué depende que una persona quede traumatizada y otra no ante un mismo suceso. Como tampoco hace referencia a otro tipo de situaciones no relacionadas con la muerte que también pueden ser traumáticas.
En el tratamiento del Estrés Postraumático, como herramientas que multiplican la eficacia de los tratamientos psicológicos convencionales, se han desarrollado en los últimos años:
Enlace a artículos relacionados:
Condiciones personales que determinan la traumatización.
Situaciones potencialmente traumáticas.
¿Qué es un trauma?
Pablo Pérez García, psicólogo.
Podemos entender el miedo como una emoción, en cuanto a su acepción en la psicología: conciencia de un cambio en el organismo.
Sin embargo, entender el miedo como una creencia, la creencia de que algo malo está por suceder, es más util para comprender su relación con la Ansiedad. Desde este punto de vista, el miedo, disfrazado o directamente apreciable, está siempre presente en los Trastornos de Ansiedad: en las Fobias está el miedo al objeto fobígeno, ya sea una araña o una jeringuilla, y tratamos de escapar de él (saliendo de la habitación donde está la araña o desmayándonos, en muchos casos, cuando nos van a extraer sangre); en el Trastorno de Angustia encontramos el miedo a las sucesivas crisis, así como el miedo a morirse o a perder el control en plena crisis; en la Agorafobia el miedo tiende a extenderse a múltiples situaciones, limitando gravemente la vida de quien la sufre; en la Ansiedad Generalizada el miedo se muestra en la tensión, en el cansancio o en la irritabilidad; en el Estrés Postraumático el miedo es elicitado por distintos aspectos relacionados con la situación traumática.
Otro de los componentes fundamentales de la Ansiedad es la Angustia. En la Psicología se llama Angustia al componente fisiológico de la Ansiedad (dolor en el pecho, nauseas, temblores o rigidez de extremidades, etc.). Sin embargo no podemos negarle a la Angustia un componente emocional doloroso (quien nos dice “estoy angustiado” desde luego nos está informando de un malestar emocional) derivado de la incomprensión y la incomodidad de dichos síntomas fisiológicos. Algunos de los síntomas fisiológicos de la Angustia pueden están presentes también en, pongamos por ejemplo, un saltador de pértiga que se dispone a saltar para batir su propio record (ritmo cardiaco acelerado, sudor frío por la espalda o en las manos, temblores, y una mirada tan focalizada en el salto que no ve nada más a su alrededor – visión de túnel). Sin embargo el atleta interpreta estos cambios fisiológicos de una manera muy distinta debido a sus experiencias anteriores de esfuerzo, logro y superación. Su confianza y su creencia son diferentes.
Angustia y Miedo, los dos componentes fundamentales de la Ansiedad, se retroalimentan mutuamente (cuando la angustia crece surge un intenso miedo, el pánico; cuando el miedo sube, la angustia también se hace más frecuente e intensa, crisis). Y ya que las creencias se forjan en las experiencias (lo que nos han contado, lo que hemos visto o cómo nos hemos sentido en determinada situación o con determinada persona) que con el tiempo pasan a ser recuerdos más o menos cercanos, reexperimentar una situación recordada bajo las condiciones específicas que proveen las Técnicas de Reprocesamiento e Integración Cerebral, tiene la facultad de modificar la creencia, es decir, el miedo, lo cual se puede percibir por la disminución de la Angustia.
CUANDO uno vivió una situación que no pudo asimilar, que le superó, y le abruman sensaciones o imágenes de insatisfacción, un diálogo interno angustiante, emociones negativas como la culpa, la angustia o el miedo cada vez que recuerda aquel hecho, y esto sucede más a menudo de lo dignamente soportable, entonces podemos hablar de Trauma Psicológico.
Existen muchas situaciones potencialmente traumáticas así como muchas manifestaciones encubiertas de un trauma psicológico (aquello que nos genera malestar puede ser algún estímulo asociado al Trauma, y no el trauma como tal. Una de las manifestaciones, más o menos encubiertas, más comunes de los Traumas Psicológicos son los Trastornos de Ansiedad (Pánico, Angustia y Agorafobia, Ansiedad Generalizada, Fobias, etc.).
CUANDO disponemos de las capacidades necesarias para asimilar las situaciones que la vida pone en nuestro camino, entonces “atravesamos” esas situaciones, aprendemos y nos desarrollamos a través de ellas. Si, por el contrario, se nos presenta una situación que no somos capaces de asimilar e integrar en nosotros mismos, porque no disponemos de las capacidades suficientes – y las capacidades requeridas para asimilar, pongamos por caso, un maltrato cuando somos niños, o un terremoto o un grave accidente cuando adultos, son, aproximadamente en un 25% de los casos, insuficientes o inadecuadas– entonces podemos decir que “la situación nos atraviesa”, y con ser atravesado quiero decir que la experiencia deja una herida, una marca, una brecha que rompe y desorganiza la integridad de nuestro ser e impide el desarrollo sano de nuestra propia existencia. Entonces podemos hablar de Trauma Psicológico.
Aquello que forma parte de nosotros mismos pero no integramos, no asimilamos ni aceptamos, no comprendemos, queda reprimido, sojuzgado, contenido en cierta manera, aislado del resto. Todo Trauma conlleva una represión que consume energía del organismo y resta capacidades al sujeto para afrontar el estrés diario.
Cualquier defensa que conlleve una evitación del Trauma Psicológico es, a largo plazo, inefectiva. El enemigo está adentro, nos corroe las entrañas, no podemos sacárnoslo de encima porque es parte de nosotros mismos, es como un cancer que extiende sus ramificaciones imparablemente, un cancer que confundimos con un organismo enemigo y que en realidad es una rebelión de nuestras propias células. La persona pasa por la vida, pero también la vida pasa a través de la persona, y deja rastro, a veces huellas indelebles y dolorosas por las que no pasa el tiempo (Traumas Psicológicos). Estos Traumas Psicológicos pueden ser atajados, comprendidos, asimilados, transformados y superados con ayuda de una buena psicoterapia. Estudios clínicos demuestran que EMDR (Técnicas de Reprocesamiento) así como TFT (Técnicas Energéticas) son algunas de las terapias más eficaces para resolver estos Traumas Psicológicos y las manifestaciones asociadas como, por ejemplo, los Trastornos de Ansiedad.
Firma: Pablo Pérez García
Psicólogo, Coleg.: O-02138
Experto en Psicopatología Y Salud
pablo@akapsico.com
Teléfono: 629835699
Algunas notas sobre las funciones normales de cada hemisferio:
El hemisferio derecho está asociado a una mayor activación de la amígdala. Esta es particularmente importante para evaluar el significado emocional de los estímulos que recibimos y regular la respuesta del SNA y endocrino a dichos estímulos (van der Kolk, et. al., 1997). Como apunta Ramachandran (1998) se ocupa más del “cómo” sucede algo (imagen corporal, visión espacial, nivel de intensidad, valencia emocional, etc.) que del “qué” sucede en sí (transducción verbal, duración, secuencias lógicas, etc.).
Rauch et. al. (1996) observaron cambios en el flujo sanguíneo cerebral de pacientes TEPT (Trastorno por Estrés Postraumático) entre los estados de descanso (respuesta de estrés no desencadenada) y estados en los que ellos estaban activados por la propia representación mental de signos asociados a traumas de su pasado. Pruebas de escáner revelaron una marcada lateralización de la activación hacia el lado derecho (sistema límbico, paralímbico y cortex visual) junto a un descenso del flujo sanguíneo en el lóbulo frontal inferior izquierdo (área de Broca) y en el temporal medio. Usando EEG durante la recuerdo de memorias traumáticas en pacientes TEPT, Schiffer et al. (1997) también encontraron una marcada lateralización a favor del hemisferio derecho con descenso de la actividad en el izquierdo. Significativamente, cuando a los mismos pacientes traumatizados se les inquirió sobre recuerdos neutros mostraron una hiperactivación del izquierdo (los pacientes del grupo de control no mostraron lateralización significativa cuando se les inquirió sobre recuerdos dolorosos del pasado). Estos resultados permiten especular que una de las funciones del lóbulo frontal izquierdo es mediar o inhibir la activación del lóbulo frontal derecho y estructuras límbicas derechas (sobre todo la amígdala). Schiffer y sus colegas sugirieron que los hemisferios cerebrales funcionan más autónomamente (menos sincronizados) en pacientes con historia de abuso infantil. Los hallazgos sobre la mayor activación del lado derecho del cerebro durante la expresión de estados postraumáticos es consistente con la literatura que sostiene un rol preferente del hemisferio derecho en la evaluación del significado emocional de los estímulos entrantes. Esto es consistente con el rol que el hemisferio derecho juega en la ansiedad, el pánico y trastornos fóbicos.
Traducido por Pablo Pérez García, Psicólogo.
Bibliografía:
One Eye Integration Techniques: Likely mechanisms of action, Richard A. Bradshaw, Ph.D., R.Psych., 2002.
NO EXISTEN SITUACIONES TRAUMÁTICAS.
EXISTEN SITUACIONES POTENCIALMENTE TRAUMÁTICAS, ya que la formación del trauma está condicionada de manera decisiva por nuestros recursos para afrontar dicha situación. Una situación que genera un trauma en una persona no necesariamente la genera en otra diferente, es más, la situación que puede generar un trauma en una persona en un momento de su vida, puede no generarla en la misma persona en otro momento de mayor desarrollo o de distinto estado anímico.
Algunas de las principales situaciones potencialmente traumáticas son las siguientes:
DESASTRE NATURAL:
- Terremoto
- Inundación
- Incendio
- Alud
- Erupción volcánica
- Tornado, huracán
ATAQUE FÍSICO:
- Asalto con agresión
- Asalto a mano armada
- Ser secuestrado o tomado como rehén
ASALTO SEXUAL
- Violación
- Abuso sexual, tocamientos
ATAQUE A LA PROPIEDAD
- Robo
- Hurto
PÉRDIDAS FÍSICAS
- Enfermedad severa
- Heridas por accidente
- Lesiones auto-inflingidas (*)
- Pérdida de una función corporal
- Embarazo no deseado
ACCIONES VIOLENTAS
- Que causen la muerte por voluntad (como la guerra)
- Que causen la muerte accidentalmente
- Que causen daño accidentalmente
PÉRDIDAS POR MUERTE
- Muerte de cónyuge
- Muerte de hijo
- Muerte de padre/madre
- Muerte de amigo cercano
- Muerte de familiar cercano
- Muerte de compañero de trabajo
- Muerte de mascota querida
PÉRDIDA DE UN VÍNCULO AFECTIVO
- Infidelidad
- Final de relación amorosa
- Final de relación de amistad
TESTIGOS DE UNA TRAGEDIA
- Ver morir a una persona amada o amiga
- Ver a una persona amada o amiga ser gravemente herida
PELIGRO INMINENTE
- Ser amenazado con daño corporal
- Ser objeto de una amenaza de muerte creíble
AMENAZA DE UNA PÉRDIDA
- Infidelidad
- Enterarse que una persona amada tiene una enfermedad terminal
- Desaparición de un miembro de la familia
PÉRDIDA DE STATUS
- Ser despedido
- Ser rebajado en el cargo que ocupaba
- Ser rechazado para un ascenso
- Bancarrota o quiebra
- Humillación pública
- (*) En algunos casos de suicidio la sorpresa puede ser el haber sobrevivido. Esto puede constituir un trauma.
Firma: Pablo Pérez García
Psicólogo Coleg.: O-02138
e-mail: pablo@akapsico.com
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Bibliografía: