Category : Neuropsicología

Meditación de Coherencia Cardiaca: más que una Terapia Anti-Estrés


Muchos científicos e investigadores, algunos neurocardiólogos, hoy en día creen que el corazón, que mantiene una constante comunicación e interacción de doble sentido con el cerebro, funciona como un auténtico cerebro semiautónomo.

Ciertamente, corazón y cerebro se influencian mutuamente y, al contrario de lo que muchas personas piensan, la cantidad de información que el corazón manda al cerebro es mucho mayor que a la inversa. Esta información incluye señales cardiacas que pueden influenciar la percepción, la experiencia emocional y las funciones cognitivas superiores.

Dr. J. Andrew Armour introdujo el concepto «cerebro cardiaco» en 1991. Armour demostró la existencia de un sistema nervioso propio del corazón (una intrincada red de neuronas, neurotransmisores, proteínas y células de soporte tal como se encuentra en el propio cerebro) que le permite funcionar como un pequeño cerebro (este elaborado circuito le permite actuar independientemente del cerebro craneal, es decir, aprender, recordar e incluso sentir y emocionarse).

Uno de los más importantes descubrimientos del Instituto HeartMath es que alterando intencionadamente el estado emocional propio mediante las técnicas de focalización cardiaca (Meditación del Corazón) se modifican las señales neurológicas ascendentes que van del corazón al cerebro. Esto sugiere que cuando las personas experimentan sinceros sentimientos positivos, cuando el ritmo cardiaco se vuelve más coherente, es posible modificar las funciones corticales. Estos descubrimientos también pueden ayudar a explicar los significativos cambios en la percepción, el incremento de la claridad mental o la mejora de la intuición que tantos individuos que practican la Meditación de Coherencia Cardiaca han relatado.

La práctica de la Meditación de Coherencia Cardiaca y el uso de los Biofeedbacks EmWave pueden ayudarle a mejorar la comunicación entre su mente y su corazón (y, consecuentemente, repercutir sobre las funciones corticales y subcorticales, ya que la mayor comunicación con el cerebro es a través del Sistema Límbico, también conocido como Cerebro Emocional)*.

Firma: Sara Childre, Presidente de HeartMath

*La cursiva es añadida

Traducción: Pablo Pérez García, Psicólogo Col. O-2138.

Entrenamiento en Coherencia Cardiaca y otras técnicas de Meditación. Talleres y cursos en Oviedo y Gijón, Asturias.

Tfno: 629835699; mail: pablo@akapsico.com

Bibliografía:

Armour, JA «Anatomy and function of the intrathoracic neurons regulating the mammalian heart». In Zucker IH and Gilmore JP, eds. Reflex control of the circulation, Boca Raton FL, CRC Press 1-37, 1991.

Armour JA, Ardell J, eds. «Neurocardiology», New York NY, Oxford University Press, 1994 .

TEPT: Actividad reducida del Hipocampo.


Se cree que el hipocampo retiene los “hechos” de la experiencia (memoria episódica) y parece crear mapas cognitivos que permiten la integración de nuevas experiencias con la información autobiográfica (van der Kolk, et. al., 1997). Parece que esta estructura cerebral es también responsable de emplazar las memorias en su contexto, en términos espaciales (patrones perceptivos) y temporales (“aquí y ahora” frente a “allí y entonces”). Se requiere un correcto funcionamiento del hipocampo para la memoria explícita o declarativa (van der Kolk, 2001).

Uno de los más consistentes hallazgos de la psicobiología sobre TEPT es que hay un volumen reducido del hipocampo (Stein, et. al., 1997). La actividad en esta área se encuentra disminuida como consecuencia de la producción del factor liberador de corticotropina (CRF) de la respuesta de estrés. Esto genera memorias altamente fragmentadas (van der Kolk, 1994).

En otras palabras, cuando un sujeto se encuentra con un evento suficientemente (a) negativo, (b) inesperado y (c) le hace sentir abrumado, incapaz o confuso, el evento se mantiene registrado en la memoria como algo actual y cargado de intensidad.

Van der Kolk (1994) se dio cuenta de que cuando el distrés interfiere con “los procesos de almacenamiento y categorización de la memoria, mediados por el hipocampo, se establece una representación mental de la experiencia basada en los significados de un sistema que graba la experiencia afectiva pero es incapaz del procesamiento simbólico o del emplazamiento en tiempo y espacio” (pag.261). El hipocampo es el responsable de percibir la diferencia entre encontrarse un león en el zoo y encontrárselo en el salón de casa (Goleman, 1995).

Estas experiencias guardadas en “capsulas selladas” pueden ser más tarde “reactivadas” en respuesta a un estímulo (a través de cualquier vía sensorial) que recuerda particularidades de la experiencia original. Esta “reactivación” involucra una secreción de epinefrina y norepinefrina que sacude todo el cuerpo. La activación de la Amígdala parece impresionar en la memoria los momentos de mayor carga emocional con una fuerza aun mayor. Cuanto mayor es la activación de la Amígdala, mayor es también la fuerza con que quedan grabados dichos momentos en la memoria (LeDoux, 1986).

Traducido por Pablo Pérez García, Psicólogo.

Bibliografía:

One Eye Integration Techniques: “Verosímiles Mecanismos de Acción”, Bradshaw, Richard A., Ph. D., R.Psych, Julio 2002.

Lateralización de las funciones hemisféricas


Algunas notas sobre las funciones normales de cada hemisferio:
El hemisferio derecho está asociado a una mayor activación de la amígdala. Esta es particularmente importante para evaluar el significado emocional de los estímulos que recibimos y regular la respuesta del SNA y endocrino a dichos estímulos (van der Kolk, et. al., 1997). Como apunta Ramachandran (1998) se ocupa más del “cómo” sucede algo (imagen corporal, visión espacial, nivel de intensidad, valencia emocional, etc.) que del “qué” sucede en sí (transducción verbal, duración, secuencias lógicas, etc.).

Rauch et. al. (1996) observaron cambios en el flujo sanguíneo cerebral de pacientes TEPT (Trastorno por Estrés Postraumático) entre los estados de descanso (respuesta de estrés no desencadenada) y estados en los que ellos estaban activados por la propia representación mental de signos asociados a traumas de su pasado. Pruebas de escáner revelaron una marcada lateralización de la activación hacia el lado derecho (sistema límbico, paralímbico y cortex visual) junto a un descenso del flujo sanguíneo en el lóbulo frontal inferior izquierdo (área de Broca) y en el temporal medio. Usando EEG durante la recuerdo de memorias traumáticas en pacientes TEPT, Schiffer et al. (1997) también encontraron una marcada lateralización a favor del hemisferio derecho con descenso de la actividad en el izquierdo. Significativamente, cuando a los mismos pacientes traumatizados se les inquirió sobre recuerdos neutros mostraron una hiperactivación del izquierdo (los pacientes del grupo de control no mostraron lateralización significativa cuando se les inquirió sobre recuerdos dolorosos del pasado). Estos resultados permiten especular que una de las funciones del lóbulo frontal izquierdo es mediar o inhibir la activación del lóbulo frontal derecho y estructuras límbicas derechas (sobre todo la amígdala). Schiffer y sus colegas sugirieron que los hemisferios cerebrales funcionan más autónomamente (menos sincronizados) en pacientes con historia de abuso infantil. Los hallazgos sobre la mayor activación del lado derecho del cerebro durante la expresión de estados postraumáticos es consistente con la literatura que sostiene un rol preferente del hemisferio derecho en la evaluación del significado emocional de los estímulos entrantes. Esto es consistente con el rol que el hemisferio derecho juega en la ansiedad, el pánico y trastornos fóbicos.

Traducido por Pablo Pérez García, Psicólogo.

Bibliografía:
One Eye Integration Techniques: Likely mechanisms of action, Richard A. Bradshaw, Ph.D., R.Psych., 2002.

TAPPING/EFT. Neurofisiología de la técnica energética.


Neurofisiología de la técnica energética.
Está cobrando preminencia a nivel internacional entre los psicoterapeutas de vanguardia el procedimiento conocido como tapping o EFT, una técnica terapeutica que, apoyándose en el sistema de meridianos de la medicina china tradicional, el mismo que utiliza la acupuntura o la kinesiología en algunos casos, resulta muy eficaz para aliviar o resolver diversos problemas emocionales o psiquicos tales como síntomas de ansiedad (fobias, obsesiones, pánicos) o depresión.

La importante difusión, asociada a su conocida eficacia, que el tapping/EFT (Técnicas de Libertad Emocional) está viviendo, y las dudas y preguntas que frecuentemente suscita, y debido a que yo lo vengo utilizando en mi práctica clínica desde hace dos años y conozco, en cierta medida, el sustento neurofisiológico que tan buenos resultados reporta, me ha empujado a escribir estas líneas y explicar someramente su funcionamiento.

Se estimulan los mecano-receptores del sistema somato-sensorial, que pueblan la superficie de la piel. Estos mecano-receptores son receptores nerviosos especializados en estímulos mecánicos como tacto, estiramiento, fricción o masaje.
Toda la superficie del cuerpo es sensible en diferente medida a este tipo de estimulaciones.

Los puntos de acupuntura, llamados hsue en la medicina tradicional china (la correcta traducción en mandarín es “agujero” más que “punto”) son zonas que tienen una alta densidad de mecano-receptores, terminaciones nerviosas libres y neuro-vasculares.

Las señales que se inician cuando se estimula un punto hsue se conducen como estímulos por una vía aferente, y alcanzan la corteza cerebral, la amígdala y el hipocampo.
Otras zonas del cuerpo también poseen mecano-receptores, pero su densidad no es tan alta como los puntos hsue, por lo que el efecto de su estimulación no es tan intensa.

Distintos puntos hsue envían señales convergentes entre sí, que pueden liberar uno o más neurotransmisores, por lo que pueden conseguirse los mismos efectos estimulando puntos diferentes.

Al evocar un recuerdo traumático aparecen superpuestas percepciones sensoriales varias (visuales, auditivas, olfativas, gustativas y kinestésicas) capaces de producir síntomas de ansiedad al venir asociadas a emociones displacenteras. Se da entonces un incremento en la actividad de la amígdala y otras estructuras del sistema límbico y para-límbico como el putamen, la cíngulo anterior, etc.
Si mientras se mantiene esta actividad incrementada de las estructuras del sistema nervioso central mandamos a esas mismas áreas ciertas percepciones sensoriales neutras (desde los mecano-receptores de los puntos hsue) tales como percusión, toque o frote en la piel (en las que se basa el tapping/EFT) estas son capaces de disminuir la actividad de la amígdala y estructuras adyacentes.

Estas percepciones neutras actuarán también sobre las percepciones sensoriales cargadas emocionalmente (parte del recuerdo traumático) y a través de una inhibición sináptica, desorganizarán, interferirán y agregarán entropía a la actividad previamente incrementada por el estado emocional negativo, colapsando en consecuencia su capacidad de generar síntomas.

Los estímulos mecánicos en esas áreas de la piel (tapoteo, frote, apriete, toque) son traducidos en señales digitales que son mediadas por el ión Calcio. Estas se trasladan y llegan al cerebro por los senderos somato-sensoriales aferentes, hacen relevo en la estructura correspondiente del tálamo y llegan a la corteza sensorial. Este mecanismo involucra otros elementos simples como Sodio y Potasio, y sustancias complejas como neurotransmisores y mensajeros secundarios (serotonina, dopamina, GABA, óxido nítrico, acetilcolina) y neuropéptidos como las endorfinas y encefalinas.
Con neuroimagen funcional (RMf) se han demostrado repetidamente distintos patrones de activación cerebral como resultado de estos diferentes tipos de estímulos mecánicos aplicados a la piel sobre los puntos hsue. Se registra un incremento en la región orbito-frontal, en la base de la corteza prefrontal y en tálamo posterior; así como una disminución en la actividad de al menos diez estructuras subcorticales, algunas de ellas fuertemente involucradas en los procesos emocionales, como son el hipocampo, para-hipocampo, hipotálamo, amígdala, putamen, caudado, ínsula anterior, cíngulo anterior, área tegmental ventral y núcleo acumbens.


Firma: Pablo Pérez García
Psicólogo, Coleg.: O-02138
E-mail: pablo@akapsico.com
Tfno.: 629835699