Category : Estrés Postraumático

EFICACIA DEL EMDR EN NIÑOS Y ADOLESCENTES


Eficacia del EMDR en niños y adolescentes con Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT)

Esta revisión examinó 15 estudios (incluyendo nueve ensayos clínicos aleatorizados) que probaron la eficacia de la terapia EMDR (¿Qué es el EMDR?) en el tratamiento de niños y adolescentes con síntomas de estrés postraumático.

La terapia de Desensibilización y Reprocesamiento mediante Movimientos Oculares (EMDR) es un tratamiento con base empírica para adultos con TEPT. No obstante, se ha investigado considerablemente menos sobre la eficacia de EMDR en niños. Los resultados de la práctica clínica de numerosos terapeutas de EMDR sugieren que es un tratamiento altamente eficaz para niños con TEPT.

Alcance e impacto de la exposición a experiencias infantiles adversas

El riesgo de estar expuesto a uno o más eventos traumáticos antes de los 18 años varía entre el 25% y el 68%, según los informes europeos y estadounidenses (Alisic et al., 2014 ).

El estudio sobre Experiencias Adversas en la Infancia (ACE,) (Felitti et al., 1998) demostró que la presencia de eventos adversos en la infancia es un factor de riesgo para una amplia variedad de problemas médicos y sociales en el futuro.

Del mismo modo, Teicher y Samson (2013) concluyen que las víctimas de maltrato infantil y abuso sexual tienen un riesgo significativamente mayor de tener una amplia gama de problemas médicos, psicológicos y sexuales durante la adolescencia y la edad adulta, incluido el abuso de sustancias, trastorno de conducta y depresión (Cohen, 2010).

Tanto en la infancia como en la adolescencia el TEPT subclínico (aquel que no cumple todos los criterios diagnósticos) es más frecuente y hay que tener en cuenta que puede llegar a ser tan invalidante como el TEPT propiamente dicho (Cohen, 2010) debido a la gran interferencia que genera.

eficacia emdr

Importancia del tratamiento

La falta de tratamiento aumenta el riesgo de revictimización (volver a vivir experiencias traumáticas), comorbilidad y cronicidad y, además, puede provocar retrasos en el desarrollo a nivel psicológico, físico y neurobiológico  (Zamir, Szepsenwol, Englund, y Simpson; 2018).

Además, los niños maltratados a menudo tienen padres que también han sido maltratados durante su infancia y que regularmente muestran altas tasas de psicopatología no tratada. El trauma se transmite frecuentemente a lo largo de generaciones (Teicher y Samson, 2013).

Resultados

La reducción significativa de los síntomas de TEPT con el uso de EMDR es consistente en los 15 estudios. En la mayoría, esto se acompaña de una reducción significativa en los síntomas comórbidos medidos. No obstante, se necesitan más estudios para evaluar la eficacia de EMDR en los problemas comórbidos.

Conclusiones

Después de lo expuesto, queda señalada la importancia del tratamiento del TEPT infanto-juvenil (el mero paso del tiempo no significa curación emocional).

Para leer el artículo completo: Trauma infantil

 

Andrea Figar Álvarez

Psicóloga

LAS DEFENSAS PSICOLÓGICAS


Defensas psicológicas

Las defensas psicológicas son un tipo de respuestas ante situaciones con dificultad de manejo y que tienen su origen en experiencias que la persona no pudo asimilar o digerir en su momento. Su función es protegernos ante realidades a las que no podemos hacer frente porque generan demasiado malestar.

Por lo general, las defensas psicológicas son automatismos que no surgen de una decisión reflexiva. El individuo no es consciente de ellas (al menos, totalmente) ni las activa voluntariamente. Se van construyendo desde la infancia y son eficaces a corto plazo para poder seguir funcionando en el día a día pero a medio-largo plazo suelen interferir enormemente en la calidad de vida de las personas y en el proceso terapéutico.

defensas psicológicas

Por lo tanto, parte de la terapia se fundamenta en que el paciente comience a ser consciente y comprenda sus defensas psicológicas: por qué están ahí, qué función han tenido a lo largo de su vida y de qué le están protegiendo de una manera no del todo adaptativa. Todo ello, con la intención de desmontarlas si queremos tener verdadero acceso al material almacenado disfuncionalmente en las redes de memoria.

Defensas psicológicas más frecuentes en Trauma Complejo

  • COMPLACER: es un modo de evitar el conflicto, intentando tener a todo el mundo contento. El principal problema de esta defensa es que el bienestar emocional de los demás no depende de nosotros, sino que depende en gran medida de lo que ellos hacen con sus vidas. El conflicto también forma parte de la vida, queramos o no. Además, es frecuente que, al tratar de evitar el conflicto, finalmente el cúmulo de emociones negativas lleve a acabar siendo desagradable u hostil con los demás. O para evitar esta reacción, vuelquen esa agresividad hacia sí mismos.
  • IDEALIZACIÓN: es una «pantalla» que nos impide ver y aceptar a los demás como son. Nadie puede competir con la imagen idealizada que, más tarde o temprano, dará lugar a decepción. El paciente también se puede idealizar a sí mismo,intentando escapar de la infravaloración. Este ensalzamiento artificial de uno mismo no permite al individuo tomar contacto con sus recursos internos y su verdadero valor como persona. Por ejemplo, sin caer en el lado de la psicopatología, durante el enamoramiento las parejas suelen idealizarse mutuamente teniendo más peso los atributos positivos que los defectos.
  • PROYECCIÓN: permite que la persona se desprenda de su malestar y todo aquello que lo está provocando y lo coloque fuera de sí misma. Por ejemplo, una persona que se siente enfadada puede buscar intencionalmente un encontronazo hasta que surge el conflicto. Tras ello, analiza la situación omitiendo su parte de responsabilidad y solo narrando lo que la otra persona le ha dicho, incluso percibiendo el enfado de la otra persona como sin motivo aparente.
  • EVITACIÓN: si algo me genera malestar, no me enfrento a ello. Cuando decido esto, siento un alivio inmediato pero al volver a enfrentarme a la misma situación o una similar, el malestar el aún mayor (Teoría de la incubación de la ansiedad de Eysenk). La evitación es una trampa que provoca exactamente aquello que queremos evitar. Por ejemplo, ante la pérdida de un ser querido es frecuente que la persona llene su agenda de actividades para «no conectar», no pensar en esa pérdida y lo dolorosa que resulta.
  • VER PEGAS EN TODO; «SÍ, PERO…»: centrarse en lo que va mal, en lo difícil que resultan las cosas o en por qué una opción nueva no va a funcionar, no dar cabida a soluciones posibles… Sirve para protegerse del riesgo que supone intentar algún tipo de cambio en la vida. El temor subyacente puede no ser únicamente el miedo al fracaso o al cambio, sino el miedo a dejarse ayudar porque significa establecer vínculos y mostrarse vulnerables. Cuando los vínculos del pasado fueron dolorosos, sentirse vulnerable puede activar el temor a ser dañado de nuevo.
  • RACIONALIZACIÓN: ocurre cuando la persona se «queda en la cabeza» y hace todo tipo de interpretaciones de lo que lle llega (de sus emociones y sensaciones) pero no se permite realmente conectar con lo ocurrido. Así, el paciente puede hacer largos y elaborados análisis de lo que le ocurre, pero realmente no hay una verdadera toma de conciencia.
  • MINIMIZACIÓN: las experiencias se reconocen pero se relativizan. El paciente no puede asumir la realidad que ha vivido o que vive y le resta importancia a los hechos. Por ejemplo, «a veces se pone agresivo/a pero en realidad es buena persona y no quiere hacer daño». Otras veces la minimización está asociada a la desconexión emocional. Así, el paciente no tiene consciencia de la carga de malestar asociada a determinados recuerdos, está parcial o totalmente desconectado de él. Puede contar experiencias terribles afirmando «eso lo tengo totalmente superado».

¿Qué tipo de defensas identificas en ti mismo en tu día a día? ¿Para qué te sirven y qué repercusión tienen en ti? La siguiente publicación complementará la información con el resto de defensas psicológicas.

 

Andrea Figar Álvarez

Psicóloga

 

PSICOSIS Y EXPERIENCIAS TRAUMÁTICAS


Psicosis y trauma psicológico

Un gran número de estudios han destacado el papel de experiencias traumáticas tempranas como factor predisponente importante para una gran variedad de trastornos psicopatológicos como trastornos del estado de ánimo y de ansiedad, trastornos de la conducta alimentaria, trastornos de la personalidad, trastornos disociativos, trastornos por abuso de substancias y psicosis (MacMillan et al., 2001; Nelson et al., 2002; Pereda, Gallardo-Pujol y Jiménez Padilla, 2011; Read y Bentall, 2012). Respecto a la psicosis, las experiencias traumáticas han sido consideradas como uno de los factores predisponentes y/o precipitantes en el desarrollo de un psicosis en personas con vulnerabilidad.

psicosis

Estudios de la relación entre trauma y psicosis

Concretamente, como muestra de la asociación entre psicosis y experiencias traumáticas, Varese y colaboradores (2012) llevaron a cabo un exhaustivo meta-análisis en el que combinaron un total de 36 estudios (18 caso- control, 10 prospectivos y 8 con población general), incluyendo aproximadamente a unos 80.000 individuos. La psicosis se definía como la presencia de experiencias psicóticas atenuadas o como trastornos psicóticos. Por lo que se refiere a las experiencias traumáticas infantiles, contemplaron abusos sexuales, psicológicos o emocionales, negligencia, bullying y fallecimiento de los padres, ocurridos antes de los 18 años, encontrando una relación significativa entre la presencia de dichas experiencias y la psicosis (odds ratio =2.78).

En nuestro país, destaca el estudio llevado a cabo por Álvarez y colaboradores (2011), donde analizaron la prevalencia de experiencias traumáticas infantiles en 102 pacientes con trastorno mental grave (esquizofrenia, trastorno bipolar y trastorno esquizoafectivo), encontrando que casi la mitad de los pacientes (47.5%) había sufrido abusos en la infancia. Así, el 22% de los hombres y el 18% de las mujeres referían abusos físicos, y el 28% y 42% respectivamente informaban de abusos sexuales previos.

En el caso de la esquizofrenia, la presencia de síntomas positivos ha sido relacionada con historia previa de trauma (Hammersley et al., 2003; Hardy et al., 2005; Read et al., 2003; Shevlin et al., 2011). Un gran número de pacientes que han sufrido experiencias de abuso en la infancia presentan sintomatología positiva, como alucinaciones auditivas y visuales, ideación paranoide, inserción del pensamiento o ideas de referencia (Ross, Anderson y Clark, 1994). En muchos de estos estudios, el contenido de dichas alucinaciones se encontraba relacionado con el trauma sufrido previamente (Hardy et al., 2005; Heins, Gray y Tennant, 1990; Read et al., 2003; Read, Bentall y Fosse, 2009).

Por lo que se refiere al tipo de maltrato, si bien es cierto que la mayoría de los estudios se han centrado en el análisis de la relación entre abuso sexual y psicosis, al añadir otros tipos de maltrato como maltrato psicológico, negligencia o abandono y abusos físicos y al darles el mismo peso en el estudio, se apunta a una importante relación entre estas formas de maltrato y la psicosis. Así, varias investigaciones han encontrado que el maltrato psicológico es la experiencia traumática más frecuente referida por los pacientes con trastornos del espectro esquizofrénico (Álvarez et al., 2011; Margo y McLees, 1991; Muenzenmaier, Meyer, Struening y Ferber, 1993).

¿Cómo podemos intervenir?

Una de las intervenciones con mayor apoyo empírico para el tratamiento del trauma psicológico es La Técnica de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular (EMDR) de Francine Shapiro. Para más información sobre esta técnica: EMDR

 

Artículos relacionados con el tema:

Relación entre trastornos psicóticos y experiencias traumáticas tempranas

Trauma infantil y trastornos psicóticos

 

Andrea Figar Álvarez

Psicóloga

Integración del Ciclo Vital


La Integración del Ciclo Vital utiliza el “puente emocional” para encontrar el recuerdo conectado con el problema actual. El cliente con su imaginación regresa a la escena del pasado llevando ahora consigo todo lo necesario para resolver el recuerdo. Una vez que el recuerdo está resuelto el terapeuta guía al cliente a través del tiempo hasta el presente, utilizando la Línea del Tiempo de imágenes de la vida del mismo. Esta línea demuestra al sistema cuerpo-mente que el tiempo ha pasado y que ahora la vida es diferente.

El viaje a través de la Línea del Tiempo desde la escena del pasado hasta el presente se repite de 3 a 8 veces (o más) durante la sesión. Cada repetición muestra una “película” ligeramente diferente. La vista panorámica que se obtiene de la vida de la persona está relacionada una nueva capacidad de comprensión.

Como vemos, esta técnica está hermanada con el EMDR, uno de los tratamientos con mayor eficacia para el Trastorno de Estrés Postraumático. Para leer más sobre EMDR: EMDR

integración del ciclo vital

El Protocolo de Integración del Ciclo Vital

Paso 1: Encontrar el Estado del Ego o Recuerdo Fuente más conectado con el problema actual a través de un Puente Emocional

Hablamos con el paciente de su problema actual para ayudarle a traer las sensaciones corporales asociadas a él. No hay que analizar el problema ni etiquetar las emociones. Etiquetar las emociones es una actividad cognitiva que distanciará al cliente de las sensaciones corporales.

Cuando se centra en las sensaciones corporales debe prestar atención a lo que le va surgiendo y atender al recuerdo del pasado que le viene a la mente.

Paso 2: Discusión del Recuerdo Fuente

Pídele que te hable del Recuerdo Fuente que ha surgido. Averigua qué edad tenía en él, qué ocurrió. ¿Qué es lo que sintió entonces? ¿Cómo interpretó lo que ocurrió? ¿Quién estaba allí para apoyar el Yo Infantil del cliente y para explicarle lo que había pasado?

Para impedir el desbordamiento emocional, la persona deberá mantener sus ojos abiertos, y permanecer en su estado del Yo Adulto al hablar del Recuerdo Fuente.

Paso 3: Traer al Yo Adulto a la escena del recuerdo

En esta paso de la Integración del Ciclo Vital, el cliente se centra en el Recuerdo Fuente siendo consciente de lo que siente en su cuerpo cuando habla de lo que pasó, lo recuerda, lo visualiza.

Se trae su Yo Adulto en la escena. No es necesario visualizar al Yo Adulto en la imagen, puede simplemente sentir su presencia en la escena.  Se le instruye para que le diga a su Yo Infantil en la escena, de forma interna y silenciosa: “Hola, soy tu Yo Adulto y he venido a tiempo para ayudarte”

Paso 4: Llevar al Estado del Ego Infantil a un lugar tranquilo

Se lleva al Yo infantil a un lugar tranquilo donde puedan relajarse, jugar juntos y hablar. Pídele que te identifique cuando el yo adulto y el niño/a estén allí.

El lugar tranquilo puede ser un lugar en que la niño/a se pueda relajar, en el que la niño/a y el/la adulto puedan conversar de forma confortable. El lugar puede estar en el pasado o ser imaginario.

Paso 5: La Conversación Interna en la Integración del Ciclo Vital

Se proporciona información actualizada al Estado del Ego Infantil. Una vez que han alcanzado un lugar tranquilo, la terapeuta instruye al Yo Adulto para que le diga al Estado del Ego Infantil con palabras que un niño de esa edad pueda entender:

Dile a tu yo niño/a que _____ ocurrió hace mucho tiempo y ya pasó. Dile que _____ no fue su culpa y que tú sabes que no había nada que pudiera hacer para impedirlo. Dile que no hay nada de malo en él/ella. Que no es una mala persona”.

La terapeuta guía al cliente adulto para que le cuente al estado del ego infantil la historia que ocurrió de una forma que ayude al niño a comprender el suceso.

Paso 6: La integración neuronal se da a través de las repeticiones de la Línea del Tiempo de imágenes y recuerdos cronológicos

En este paso de la Integración del Ciclo Vital el terapeuta instruye al cliente para que le diga al Yo Infantil que el niño vive ahora con el adulto porque él es una parte importante del mismo y el niño ya no está solo nunca más.

El Yo Adulto del cliente le dice al niño que le va a mostrar con imágenes cómo ha crecido y se ha convertido en el Yo Adulto a través de la Línea del Tiempo previamente construida.

Con la Línea del Tiempo la meta para conseguir la integración, es lograr que la persona avance hacia una asociación de recuerdos más libre, según avanza a lo largo de su vida, año tras año. Para realizarla, terapeuta y paciente avanzan por la vida de éste desde recuerdos más tempranos hasta el presente. El cliente intenta pensar un recuerdo por cada año de vida y el terapeuta los anota. Deberían incluirse los hechos importantes como muertes de figuras de apego, amigos o hermanos, matrimonios, divorcios y nacimientos.

El terapeuta lee el recuerdo al cliente, comenzando con el recuerdo escrito en el año inmediatamente posterior al año en el que ocurrió el trauma.

Los recuerdos de tipo traumático siempre surgirán primero y son integrados antes durante el proceso de Integración del Ciclo Vital.

El procesamiento no está completado hasta que los recuerdos positivos asociados empiezan a ser integrados. Esto ocurrirá de forma espontánea si al cliente se le permite hacer suficientes repeticiones de los pasos 3 al 7.

Paso 7: Se trae al Yo Infantil al presente

Cuando el cliente alcanza la imagen del recuerdo de su edad actual, el terapeuta le instruye para llevar al Yo Infantil a su casa y mostrársela (la casa donde el cliente adulto viva actualmente).

Le da tiempo para decirle a su Yo Infantil en el presente cualquier cosa que le gustaría decirle. El terapeuta hace que el cliente le pregunte a su Yo Infantil si tiene alguna pregunta o preocupación. El cliente adulto responde las preguntas del niño. Regresa al paso 3 y repite los pasos del 3 al 7, otra vez.

Paso 8: Revisión del Recuerdo Fuente

El terapeuta le pide al cliente que otra vez vea la escena del pasado y que sea consciente de lo que siente en su cuerpo al ver la escena del recuerdo fuente. Si la integración está completada, las sensaciones en el cuerpo del cliente serán neutrales o de calma.

Si el cliente informa de que todavía siente malestar en su cuerpo al volver al recuerdo fuente, vuelve al paso 3 y repite los pasos del 3 al 7.

Paso 9: Revisión del Problema actual

Si el Recuerdo Fuente está limpio al revisarlo en el paso 8, el terapeuta hace que el cliente revise el problema actual.

 

Para más información sobre esta técnica: ICV

 

Andrea Figar Álvarez

Psicóloga

La teoría del apego (John Bowlby)


La teoría del apego (John Bowlby, 1958)

Definición de apego

La teoría del apego lo define como el lazo afectivo que une al niño y una figura específica que se expresa en la tendencia estable a mantener la proximidad y cuya vertiente subjetiva es la sensación de seguridad. Incluye el patrón habitual de expectativas, necesidades, emociones y comportamientos en interacciones interpersonales.

En función de las respuestas de los cuidadores a las conductas de apego, los niños van construyendo esquemas de las relaciones constituidos por las expectativas acerca de la disponibilidad de la figura principal de apego y por la representación de uno mismo como merecedor o no de cuidados.

Estos esquemas de apego pueden resultar desadaptativos cuando dificultan la búsqueda y el aprovechamiento de las relaciones interpersonales.

La calidad del vínculo, la respuesta sensible consistente de las figuras de apego a las necesidades del niño, será un factor determinante para el desarrollo de la personalidad y para la generación de los patrones de relación interpersonal a lo largo de la vida.

Tipos de apego en la infancia

La teoría del apego describe cuatro tipos:

Apego seguro: se caracterizan por el predominio de una valoración positiva de sí mismo y por la capacidad de percibir a los otros como personas en quien confiar, accesibles y sensibles a las propias necesidades. Tienen relaciones abiertas, productivas y flexibles, favoreciendo un funcionamiento psicosocial saludable.

Entre los tres y cinco años, por lo general, los niños con apego seguro son más curiosos, competentes, empáticos, resilientes y seguros, se llevan mejor con otros niños y forman amistades más estrechas que niños con apego inseguro.

En la niñez media y adolescencia, los niños con apego seguro suelen formar amistades más estrechas y más estables y mostrar un buen ajuste. Además, presentan niveles más bajos de psicopatología.

El apego seguro en la infancia se relaciona con mayor calidad de relaciones románticas en la edad adulta.

Apego inseguro evitativo: se caracterizan por la infravaloración de las relaciones de apego, poca confianza en los miembros de la familia y patrones de relación que incluyen idealización, rechazo o indiferencia hacia las figuras de apego.

Suelen ser personas autosuficientes e independientes que tienden a controlar sus emociones y a evitar la intimidad. Presentan una visión positiva de sí mismos. Además, muestran niveles más altos de psicopatología.

Apego inseguro ambivalente: se caracterizan por valorar sus relaciones de apego, aunque expresan temor a ser abandonados y tienen escasa autonomía. Las relaciones incluyen algún tipo de rechazo o interferencia de sus padres. Presentan mayor riesgo de psicopatología.

Apego inseguro desorganizado: se caracterizan por ser incapaces de mantener una estrategia de apego coherente. Parecen carecer de herramientas para lidiar con el estrés. De igual modo, muestran mayor riesgo de psicopatología.

Consecuencias del apego a largo plazo

Tal como propone la teoría del apego, la seguridad del mismo parece influir en la competencia emocional, social y cognoscitiva presente y futura. Cuanto más seguro sea el apego de un niño con un adulto, más probable será que desarrolle buenas relaciones con los otros.

Es importante tener presente el carácter preventivo de las intervenciones que puedan modificar estilos de apego inseguros, ya que se transmite de forma intergeneracional: la imagen de uno mismo y de los demás que tienen los progenitores influye en la percepción de sus hijos, en la manera de tratarlos y en la calidad de sus respuestas a las demandas de atención y cuidado.

Por tanto, si los progenitores establecen un apego inseguro con sus hijos puede surgir la probabilidad de maltrato o forma abusiva de comportamiento hacia los infantes, aumentando el riesgo de experiencias traumáticas.

En relación a las experiencias traumáticas, uno de los tratamientos actuales con mayor evidencia empírica es el EMDR (leer más sobre EMDR: http://www.akapsico.com/emdr/ )

la teoria del apego

¿Te ha interesado el tema? Más información aquí: El apego

Andrea Figar Álvarez

Psicóloga

Violencia intergeneracional


Violencia intergeneracional

«La violencia intergeneracional es todo acto u omisión sobrevenido en el marco familiar por obra de uno de sus componentes que atente contra la vida, la integridad corporal, psíquica, emocional o sexual, la libertad de otro componente de la misma familia o que amenace gravemente el desarrollo de su personalidad».
Existen variables que se asocian a la violencia familiar como son la edad y el sexo de la víctima, siendo los más vulnerables los niños, adolescentes, mujeres y ancianos.

Atendiendo a Echeburúa y cols. (1998), los comportamientos violentos que se producen en el hogar familiar son resultado de la interacción entre un estado emocional intenso de ira, actitudes de hostilidad, déficit en habilidades de comunicación y solución de conflictos, factores precipitantes como el estrés diario y la percepción de vulnerabilidad de la víctima.

Una de las intervenciones más recomendadas para mejorar la calidad de la comunicación familiar y  prevenir la violencia y el maltrato interpersonal es la Comunicación No Violenta (leer más sobre comunicación no violenta: http://www.akapsico.com/category/comunicacion-no-violenta/ )

Los datos del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad (2011) en el «Informe sobre el maltrato infantil en la familia en España», ofrecen como conclusión una relación positiva entre padecer maltrato en la infancia y ser maltratador/a en la edad adulta.

Teoría del aprendizaje social (Bandura, 1986)

Esta teoría sostiene que la mayor parte del aprendizaje humano se produce por la observación que realizamos sobre las conductas de otras personas, actuando como modelos conductuales. De este modo, se explica la transmisión de la violencia intergeneracional a través de la observación de la misma, de padres a hijos.

Existe una relación entre la experiencia de violencia sufrida y la perpetuación del maltrato en generaciones posteriores. Parece que aquellas personas que en su día fueron objeto de maltrato o que lo habían observado en su entorno por parte de sus padres manifestaban, cuando llegaban a adultos, unos comportamientos similares con sus propios hijos.

Además de de desarrollar una conducta violenta, los niños/as que han vivido en estos hogares sufren el riesgo de desarrollar Estrés Postraumático y una serie de desequilibrios psicológicos como Depresión y Ansiedad o Trastornos del Comportamiento.

Pero que existan estas relaciones no implica que no se pueda evitar que se dé. Si se trata el trauma vivido por el adulto cuando era niño, se reduce el riesgo de que este maltrate a su hijo. De esta manera, es posible solucionar un trastorno psíquico en el adulto (estrés postraumático, depresión, etc.) y evitar que el niño o la niña reciban maltrato y así, vamos cortando la violencia intergeneracional. Para este fin existen diversos sistemas terapéuticos, siendo el EMDR una de las intervenciones con mayor apoyo empírico y más eficaces (leer más sobre EMDR: http://www.akapsico.com/category/emdr-tic/ )

violencia intergeneracional

 

Para leer más sobre el tema:

La teoría del aprendizaje social como modelo explicativo del maltrato

 

Andrea Figar Álvarez

Psicóloga

 

Biofeedback HRV y Coherencia Cardíaca para Prevenir el TEPT


Un Entrenamiento con Biofeedback HRV y Coherencia Cardíaca para Prevenir el TEPT puede ser una estrategia útil, eficaz y relativamente fácil de implementar.

El Desarrollo de la Resiliencia que se consigue con el entrenamiento y práctica diaria de las Técnicas de Coherencia Cardíaca y el apoyo de los Biofeedback HRV (Variabilidad de la Frecuencia Cardiaca) puede reducir los síntomas del Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).

Se trataría, por tanto, de una estrategia preventiva, ya que el entrenamiento lo llevarían a cabo personas sanas antes de que hubieran desarrollado el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).biofeedback coherencia cardiaca

Se ha encontrado una menor Variabilidad de la Frecuencia Cardíaca (HRV) en personas diagnosticadas de TEPT.

Una menor HRV también se asocia con Estrés Psicológico.

Una mayor HRV se asocia con interacciones sociales más positivas y con una mayor Resiliencia. Por tanto, un entrenamiento en Coherencia Cardíaca con Biofeedback HRV, que incrementa la Resiliencia Psicológica y la flexibilidad autonómica, puede incrementar la capacidad del individuo para adaptarse a los cambios y las demandas ambientales, así como a optimizar sus funciones ejecutivas.

Así lo indica un estudio reciente, llevado a cabo en 2018, con militares de la Guardia Nacional estadounidense.

Puedes leer el resumen del artículo traducido al castellano y el estudio íntegro en inglés aquí:

Entrenamiento en HRV y Reestructuracion Cognitiva para Prevenir TEPT

 

Más sobre Coherencia Cardíaca y Biofeedback HRV:

http://www.akapsico.com/category/coherencia-cardiaca/

 

Qué es un Trauma Psíquico


Un Trauma Psíquico es una situación muy estresante (Situación Vital Estresante) vivida frecuentemente con sentimiento de impotencia (“no puedo hacer nada” “soy incapaz de manejarlo”, etc.) a menudo en un aislamiento enocional (nadie puede entenderme, a nadie le importa, para qé lo voy a contar, etc.) que nos pilla “a contra pie” (inesperada) y que parece no pasar en el tiempo (“la veo como si fuera ayer”) nos deja “congelados”, como si una parte de nosotros mismos se hubiera quedado entonces en aquel momento.

Muy ligado al fenómeno del Trauma Psíquico existe otro llamado Disociación: algunos Traumas Psíquicos se encuentran completamente “disociados”, es decir, no los recordamos en absoluto. Sin embargo, en mi experiencia, es más frecuente que podamos recordar algunos aspectos (lo que vimos, por ejemplo, el recuerdo visual) sin que ello nos produzca malestar, mientras que otros aspectos (lo que sentimos o lo que oímos, por ejemplo) se ha quedado escindidos (Disociación parcial) desintegrados de la vivencia, y son esos aspectos (o la situación completa si la amnesia es total) los que se acoplan a situaciones del presente y manifiestan la pervivencia del Trauma Psíquico provocando trastornos de Ansiedad (Fobias Específicas, Ansiedad Generalizada, Angustia, Pánico, Estrés Postraumático, Agorafobia…) y de Depresión.

De manera que esos “aspectos” (memorias sensoriales específicas”) que se han quedado disociados de la experiencia original,”andan revoloteando” por nuestra mente y, como si no supieran estar solos, como si existiera un campo de fuerza que los atrajera hacia situaciones concretas, se asocian en nuestro día a día a lugares, condiciones, situaciones que en algo se asemejan a la antigua, produciendo las respuestas de Angustia y de Pánico (también están detrás de muchos problemas de Depresión).

Para resolver estas condiciones patológicas psico-emocionales son especialmente útiles:

Técnicas de Reprocesamiento e Integración Cerebral (EMDR, TIC, Cromo-TIC, ICV, etc.)

Psicología Energética o Tapping (EFT, TFT)

Pablo Pérez García, Psicólogo

Oviedo y Gijón, Asturias

Tfno: 629835699; mail: pablo@akapsico.com

Características del trauma emocional que lo agravan y predisponen a sufrir un trastorno grave


El acontecimiento es vivido de manera dramática.
Formamos parte activa de la situación, es decir, el conflicto nos coge en medio.
Nos pilla desprevenidos, cuando uno menos se lo espera.
Es vivido en soledad, rumiando continuamente el problema (aunque todos saben lo que nos ha pasado, nadie sabe lo que hemos sentido)
No se encuentra una solución satisfactoria, es decir, la herida queda abierta.

Bibliografía:

“DHS”, Dr. R.G. Hamer.

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