Category : Cáncer de Mama

Emociones y cáncer de mama: interés del estrés, la depresión y los traumas psíquicos en patología mamaria I


La relación entre el cáncer y los estados emocionales ha sido observada durante casi 2000 años.

En el s.II Galeno oservó que las mujeres alegres eran menos propensas al cáncer que las de naturaleza depresiva.

Gendron, en un tratado escrito en 1701 sobre la naturaleza y las causas del cáncer, citaba la influencia de los «desastres de la vida que ocasionan tanto dolor y pesar».

En 1822, Nunn, en su reconocido texto «Cáncer de mama» señala que los factores emocionales influyen en el crecimiento de los tumores.

En 1846, Walter Hyle Walshe en «Naturaleza y tratamiento del cáncer» dice: «Se ha escrito mucho sobre la influencia  de la miseria mental, de los repentinos reveses de la fortuna y del temperamento habitualmente lóbrego como disposiciones carcinomatosas […] yo mismo he encontrado casos en que la conexión era tan clara que cuestionar su relaidad habría ido contra toda lógica».

En 1865 Claude Bernard en «Medicina Experimental» recoge: «son tan frecuentes los casos en que la profunda ansiedad, la esperanza aplazada y la decepción son seguidas rápidamente por el crecimiento y aumento del cáncer que apenas podemos dudar de que la depresión mental es un potente aditivo a las otras influencias que favorecen el desarrollo de las constitución cancerosa».

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Autor: Pablo Pérez García, Psicólogo y Psicooncólogo. Col. O-2138

Teléfono: 629835699; pablo@akapsico.comGijón, Asturias.

Referencias bibliográficas:

Matthews-Simonton S, Simonton OC, Creighton JM: «Recuperar la salud», Ed. Los Libros del Comienzo, 1988.

Emociones y cáncer de mama: interés del estrés, la depresión y los traumas psíquicos en patología mamaria II


El primer estudio estadístico sobre los estados emocionales y el cáncer fue realizado en 1893 por Snow con 250 pacientes de cáncer de mama y de útero en el Hospital del Cáncer de Londres: revisando sus historias, «43 de ellas permitían pensar en un daño físico, otras 33 hablaban de privaciones y de mucho trabajo y 156 habían sufrido un gran pesar inmediatamente antes, a veces de forma muy punzante, como la pérdida de un familiar muy próximo. Sólo en 19 no había historial (traumático-emocional)desencadenante«.

Ya en 1959, Eugene P. Pendergrass, presidente de la Sociedad Americana contra el Cáncer, señalaba: «Todo el que tenga amplia experiencia en el tratamiento del cáncer es consciente de que hay grandes diferencias entre los pacientes […] Yo personalmente he visto pacientes que se han sometido a tratamientos que han sido un éxito y han vivido bien durante años. Entonces un shock emocional como la muerte de un hijo, la ingratitud de una nuera o la carga de un largo periodo de desempleo, parece precipitar los factores de reactivación de la enfermedad, lo que lleva como consecuencia a la muerte […] hay evidencias consistentes de que el curso de la enfermedad se ve afectada por las angustias emocionales […] mi sincera esperanza es que podamos ampliar la investigación para incluir la posibilidad de que en el interior de la propia mente hay un poder capaz de manejar fuerzas que pueden acelerar o retrasar el progreso de la enfermedad«.

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Autor: Pablo Pérez García, Psicólogo y Psicooncólogo, Col. O-2138

Teléfono: 629835699; pablo@akapsico.com

Gijón, Asturias.

Bibliografía:

Matthews-Simonton S, Simonton OC, Creighton JM: «Recuperar la salud», Ed. Los Libros del Comienzo, 1988.

Emociones y Cáncer de Mama: interés del Estrés, la Depresión y los Traumas Psíquicos en patología mamaria III


A continuación y en los siguientes artículos que forman parte de este trabajo, se llega a identificar, con base en la PsicoNeuroInmunología un mecanismo que puede explicar cómo algunas emociones (un estrés crónico, una depresión o un trauma psíquico) modifican la respuesta inmune (defensas del organismo) y ello puede repercutir en la patología mamaria y el cáncer de mama. Así mismo se comentan algunas razones (ej: sesgos metodológicos) que pueden explicar porqué siguen apareciendo resultados y conclusiones divergentes en este ámbito en la actualidad.

Esquema Metástasis (pinchar para verlo)

En el crecimiento, diseminación y formación de metástasis, la inflamación y los factores pro-inflamatorios juegan un papel fundamental (es decir, sin inflamación no puede crecer y extenderse el tumor, y un tumor de mama que no crece ni se extiende por el organismo no representa un peligro para la persona).

Con la aparición de las primeras células cancerosas se produce daño tisular peri e intratumorales, hipoxia y estrés oxidativo y factores pro-inflamatorios derivados del tumor (es decir, daño en las células cancerosas y en las que las rodean, menos oxígeno, lo cual dificulta o impide muchas funciones de la célula, e inflamación producida por el propio tumor para poder crecer).

Para que el tumor crezca es necesaria la inflamación, la estromagénesis (formación de estroma) y angiogénesis (formación de nuevos vasos sanguineos).

Cuando el tumor crece lo suficiente y reune estos factores, desarrolla, generalmente, la capacidad de emigrar, de diseminarse por el organismo (cuando el tumor adquiere esta capacidad de invadir tejidos es cuando hablamos de cáncer de mama; aunque se denomina cáncer de mama a un adenocarcinoma aun sin capacidad para invadir tejidos, algunos autores sugieren que es más apropiado hablar de cáncer de mama sólo cuando el tumor tiene esa capacidad).

Cuando el tumor se extiende a partes lejanas del cuerpo forma micro-metástasis avasculares (estas micro-metástasis avasculares son indetectables con los métodos diagnósticos actuales; sin embargo, cuando el tumor adquiere la capacidad de invadir tejidos y extenderse, se entiende que puede hacerlo aunque no se pueda asegurar que lo haya hecho. En este caso habitualmente se prescribe Quimioterapia como prevención secundaria del cáncer de mama, es decir, por si acaso existieran estas micro-metástasis indetectables).

Para que estas micro-metástasis crezcan y se desarrollen vuelven a ser necesarias la inflamación, estromagénesis y angiogénesis (sin la angiogénesis, sin la formación de nuevos vasos sanguineos, el tumor no puede alimentarse y desarrollarse). Con estos factores presentes las micro-metástasis crecen, se vascularizan y pasan a ser detectables por los métodos de diagnóstico actuales: es cuando hablamos de metástasis o cancer metastásico de mama (estadío IV de la enfermedad, enfermedad sistémica o cáncer con metástasis a distancia).

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Autor: Pablo Pérez García, Psicólogo, Psicooncólogo Col: O-2138

Teléfono: 629835699;  pablo@akapsico.com

Gijón, Asturias.

Emociones y Cáncer de Mama: interés del Estrés Crónico, la Depresión y los Traumas Psíquicos en Patología Mamaria IV


De entre los tres factores comentados, necesarios para el crecmiento y diseminación del tumor (inflamación, estromagénesis y angiogénesis) este estudio se centra en el primero de ellos, la inflamación, y un factor específico, el NFkB.

Dentro de este proceso pro-inflamatorio, explican los Dres. Díaz-Faes J. y Ruibal A., dos de los mayores expertos nacionales en cáncer de mama, en FEMA: «el NFkB (Factor Nuclear de Transcripción-kappaB) juega un papel fundamental: los genes que regulan la inflamación y sus efectos defensivos reparadores están regulados principalmente por el NFkB. Es necesario que este actúe para que después el fibroblasto genere las señales molecualres imprescindibles para activar la angiogénesis. Además, a través de factores paracrinos (TGF-B, PDGF, IGF, etc.) activa la fibrogénesis y reconstrucción del estroma. A través de sus factores de crecimiento epiteliales, neurotróficos y hemotopoyéticos regenera localmente el parénquima y la inervación. De nuevo el NFkB juega un importante papel, ocupándose de activar muchas de las respuestas celulares requeridas (potencia la trasncripción de genes que controlan la proliferación, diferenciación y activación tilular) e inhibe la apoptosis de numerosos tipos de células.

Dos de las más prestigiosas revistas científicas del mundo, Science y Nature, publican sendos artículos corroborando el papel fundamental del NFkB en el crecimiento y desarrollo de los tumores:

 «Prácticamente todos los factores anticancerígenos son inhibidores del NFkB«, explica el Dr. Baldwin A, de la Unviersidad de Carolina del Norte.

«La inhibición del NFkB consigue que la mayoría de las células cancerosas se vuelvan mortales de nuevo, además de impedir que provoquen metástasis«.

Son muchas las investigaciones que corroboran este papel fundamental del proceso inflamtorio y, especialmente, del NFkB, en el crecimiento y desarrollo de los tumores.

Lo que es menos conocido es el papel que puede jugar el Estrés Crónico, la Depresión o los Traumas Psíquicos en este proceso inflamatorio. Para comprender esta relación revisaremos Qué es la Respuesta de Estrés.

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Autor: Pablo Pérez García, Psicólogo, PsicoOcólogo, Col. O2138

Teléfono: 629835699; pablo@akapsico.com

Gijón, Asturias. 

Referencias Bibliográficas:

Díaz-Faes J, Ruibal A, «Cáncer de mama, avances en diagnóstico, tratamiento e investigación» FEMA 2006, pg. 63-76.

Marx J,  «Inflamation and cancer: The link grows stronger»; Science 2004, Vol. 306,N 5698, pg. 966-968.

Karin M, Greten F R, «NFkB: linking inflamation and inmunity to cancer development and progression», Nature Reviews Inmunology 2005, pg 749-759.

Emociones y Cáncer de Mama: interés del Estrés Crónico, la Depresión y los Traumas Psíquicos en Patología Mamaria V


Para comprender cómo se relaciona el Proceso Inflamatorio y el NFkB con el Estrés (y, consecuentemente, el Estrés Crónico, la Depresión y los Traumas Psíquicos con el Cáncer de Mama) repasaremos brevemente en qué consiste:

La Respuesta de Estrés

El Estrés es un estado de mayor activación del organismo, consecuencia de un proceso de adaptación a demandas o necesidades ligadas a múltiples factores y aspectos de la persona y su ambiente.

Emociones como el miedo (posible consecuencia de una necesidad insatisfecha de seguridad) o la rabia (posible consecuencia de una necesidad de no ser atacado o de ser respetado) desencadenan la Respuesta de Estrés, que parte del Sistema Límbico a través del Hipotálamo y la Hipófisis y se desarrolla por dos vías:

  1. Eje HPA o Vía Endocrina (Hipotálamo-Pituitaria-Gándulas Suprarrenales) que termina con la liberación de Catecolaminas y Glucocorticoides (Noradrenalina y Cortisol principalmente).
  2. Eje SNA o Vía Nerviosa (Sistema Nervioso Autónomo) produciendo una hiperactivación de la rama simpática (aumento del tono muscular, vasoconstricción periférica, aceleración del ritmo cardiaco, etc.).

Estos son aspectos bien conocidos de la Respuesta de Estrés.

Sin embargo, la Respuesta de Estrés no termina aquí: con el incremento de los niveles de Catecolaminas y Glucocorticoides en sangre parece producirse un efecto de disregulación inmunitaria (inmunoediting) y pro-inflamatorio, lo cual no ha de extrañarnos, ya que la Respuesta de Estrés se desarrolló filogeneticamente (en la evolución de la especie) para protegernos de potenciales peligros físicos (como por ejemplo un depredador) y por tanto resultaba adaptativo que, en caso de producirse una herida en el cuerpo, existiera un proceso inflamatorio de acción rápida que acelerase la llegada de plaquetas y glóbulos blancos para cerrar la herida y controlar los gérmenes.

Hoy en día, la misma Respuesta de Estrés de hace miles de años aparece en situaciones que no son de peligro físico real, pero sí de peligro emocional, social, etc. y produce la misma reacción de Inmunoediting y Pro-Inflamatoria.

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Autor: Pablo Pérez García. Psicólogo y Psicooncólogo. Col. O-2138

Teléono: 629835699

Gijón, Asturias.

pablo@akapsico.com

Referencias bibliográficas:

LeDoux, J.E. (1996), The Emotional Brain: The Mysterious Underpinnings of Emotional Life; New York, Simon & Schuster.

Arnsten, A.F. y P.S. Golman-Rakic (1998), “Noise stress impairsprefrontal cortical cognitive function in monkeys: evidence for a hyperdopaminergic mechanism”, Archives of General Psychiatry, vol.55 (4), pg. 362-368.

Emociones y Cáncer de Mama: interés del Estrés, la Depresión y los Traumas Psíquicos en Patología Mamaria VI


En el artículo anterior vimos cómo funciona la Respuesta de Estrés y cómo puede ser originada por emociones negativas intensas. Además, la relacionábamos con efectos inflamatorios.

En este artículo veremos algunos mecanismos que subyacen y explican dicho efecto pro-inflamatorio basándonos en la Psiconeuroinmunología, la disciplina que estudia las relaciones entre las emociones y el sistema inmune o de defensa del organismo.

Veamos algunos mecanismos concretos identificados en publicaciones científicas de prestigio:

  • Citokinas pro-inflamatorias como la IL-1 están implicadas en los efectos celulares y conductuales del estrés y en los trastornos depresivos.
  • NFkB es un mediador crucial entre la respuesta de estrés y la citoquina pro-inflamatoria IL-1.
  • Estrés inducido en laboratorio incrementa los niveles de IL-6 y NFkB; este incremento es mayor en pacientes deprimidos y con historia de sucesos estresantes tempranos.
  • Las hormonas del estrés (Glucocorticoides y Catecolaminas) pueden realmente facilitar la respuesta inflamatoria induciendo la producción de IL-1, IL-6, IL-8, TNF-alpha y CRP.

La importancia de estos mecanismos estudiados es muy relevante dada la abundancia de investigaciones clínicas que nos indican la correlación o la relación aparente entre los aspectos emocionales (principalmente el Estrés Crónico, la Depresión y los Traumas Psíquicos, y las intensas emociones negativas que les acompañan) y un mayor riesgo de desarrollar Cáncer de Mama.

Gracias a estos mecanismos que ya conocemos (y otros que iremos conociendo) podemos explicar con fundamento científico (no sólo a través de la observación de pacientes sino a través de la investigación básica con animales de laboratorio) las relaciones que pueden existir entre las Conductas Psico-Emocionales y el Cáncer de Mama.

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Autor: Pablo Pérez García. Psicólogo, PsicoOncólogo, Col. O-2138.

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Referencias bibliográficas:

Ja Wood Koo, Scott J Russo, Deveroux Ferguson, Eric J Nestler, Ronald S Duman: «Nuclear Factor k-B is a critical mediator of stress-impaired neurogenesis and depressive behavior» PNAS 2010 107 (6) pg. 2669-2674.

T W Pace, T C Mletzko, O Alagbe, D L Musselman, C B Nemeroff, A H Miller, C M Heim: «Increased Stress-Induced Inflammatory Responses in male patients with Major Depression and increased Early Life Stress», Am J Psychiatry 2006, 163, pg. 1630-1633.

E Calcagni, I Elenkov: «Stress system activity, innate and T helper cytokines, and susceptibility to inmune-related diseases» Ann N Y Acad Sci 2006 Jun, 1069, pg. 62-76.

Emociones y Cáncer de Mama: interés del Estrés Crónico, la Depresión y los Traumas Psíquicos en Patología Mamaria VII


En el artículo anterior se comentaron algunos mecanismos concretos que pueden mediar entre las nombradas condiciones emocionales (Estrés Crónico, Depresión y Traumas Psíquicos) y determinadas consecuencias fisiológicas (Respuesta Inmune) afectando al desarrollo de los tumores, en este caso el Cáncer de Mama.

Dichos mecanismos identificados nos permiten entender mejor algunas observaciones clínicas que se encuentran descritas en la literatura médica y que relacionan el Estrés Crónico, la Depresión y los Traumas Psíquicos (principalmente la pérdida o el deterioro de una relación afectiva importante) con la desorganización del Sistema Inmune, mayor riesgo de desarrollar un Cáncer de Mama y de que este progrese más agresivamente.

De entre las muchas publicaciones existentes que se refieren a esto se han seleccionado algunas de las revistas científicas más prestigiosas:

  • El «American Journal of Epidemiology» publica en 2003: «Entre 10.000 mujeres estudiadas, la pérdida de una relación afectiva importante duplica el riesgo de cáncer de mama».
  • En «Lancet Oncology» se publica en 2004: «El Estrés Crónico y la Depresión probablemente desorganizan la respuesta inmune y favorecen el desarrollo y progresión de algunos tipos de Cáncer».
  • En «Nature Reviews Cancer» en 2006 se lee: «El Estrés y la Depresión Crónicas, así como la Falta de Apoyo Social pueden constituir factores de riesgo para el desarrollo de un Cáncer».

¿Se quiere dar a entender con esto que las Situaciones Estresantes predisponen o favorecen la aparición de un Cáncer de Mama?

Si esta relación fuera tan clara,

¿Cómo se explica que hoy en día la Intervención Psicoterapéutica no sea un tratamiento más en el Cáncer de Mama, como la cirugía o la quimioterapia?

En el siguiente artículo veremos algunas dificultades metodológicas a las que se han enfrentado los investigadores y que pueden ser en parte la causa de la disparidad en los resultados y la divergencia en las opiniones en cuanto a si el Estrés Crónico, la Depresión o los Traumas Psíquicos pueden favorecer el desarrollo de un Cáncer de Mama.

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Autor: Pablo Pérez García. Psicólogo, PsicoOncólogo, Col. O-2138.

Teléfono: 629835699

Gijón, Asturias.

Referencias Bibliográficas:

K Lillberg, P K Verkasalo, J Kaprio, L Teppo, H Helenius and M Kolsenvuo, «Stressful live events and risk of breast cancer in 10808 women: a cohort study», American Journal of Epidemiology 157, 2003, pg 415-423.

E M V Reiche, S O V Nunes and H K MOrimoto, «Stress, depression, the inmune system and cancer», Lancet Oncology 5 (10), 2004, pg 617-625.

M H Antoni, S K Lutgendorf, S W Cole et cols., «The influence of biobehavioural factors on tumor biology: pathways and mechanisms» Nature Reviews Cancer 6 (3), 2006, pg 240-248.

Emociones y Cáncer de Mama: interés del Estrés Crónico, la Depresión y los Traumas Psíquicos en Patología Mamaria VIII


Cuando se estudia la relación del Estrés Crónico, la Depresión y los Traumas Psíquicos con el Cáncer en general y el Cáncer de Mama en particular, hay que tener en cuenta, por un lado, las dificultades y limitaciones metodológicas a la hora de medir el estrés y, por otro, la manera en que cada persona experimenta una situación estresante determinada.

Muchos Estudios sobre el Estrés se basan en Cuestionarios de Auto-informe. Sin embargo muchos pacientes oncológicos con distintos tipos de cáncer tienen dificultad para expresar sus emociones negativas. Esto se comprobó en un estudio con Pacientes de Cáncer que eran sometidos a pequeñas descargas eléctricas y que presentaban respuestas físicas más intensas pero informaban de menor molestia en comparación con otro grupo de enfermos cardiacos.

Además parece que no es el Estrés en sí, sino la percepción de impotencia lo que correlaciona con una mayor incidencia así como con peor pronóstico en algunos tipos de Cáncer. Esto es lo que demuestra un estudio con ratas que fueron injertadas con Células Cancerosas:

Las que recibían descargas eléctricas y aprendían a evitarlas sobrevivían más (63%) que otras que no tenían escapatoria (23%), ¡incluso más que un tercer grupo que no recibía descargas (50%)! 

¿Es entonces el sentimiento de impotencia, la sensación de inescapabilidad de las situaciones difíciles de la vida, lo que puede favorecer el desarrollo de un Cáncer de Mama?

Para ayudarnos a resolver estas dudas, la Psiconeuroinmunología vuelve a explicitar algunos de los posibles mecanismos implicados. Se verán en el siguiente artículo.

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Autor: Pablo Pérez García. Psicólogo, PsicoOncólogo, Col. O-2138.

Consulta en Gijón, Asturias. Teléfono: 629835699

Referencias Bibliográficas:

1. L. Temoshok, “Biopsychosocial studies on cutaneous malignant melanoma: psychosocial factors associated with prognosis indicators, progression, psychophysiology and tumor-host response”, Social Science & Medicine 20 (8), 1985, pg.833-840.

2. M. A. Visintainer, J. R. Volpicelli y M. E. P. Seligman, “Tumor rejection in rats after inescapable or escapable shock”, Science 216, 1982, pg. 437-439.

Estrés vivido y Recurrencia en Cáncer de Mama


Existen estudios que apuntan a una posible relación entre Sucesos Estresantes o Traumáticos vividos y una más rápida progresión del Cáncer de Mama.

En un estudio retrospectivo llevado a cabo con 94 mujeres con metástasis o recurrencia de carcinoma de mama, se dividió a las pacientes en tres grupos: en el primero, aquellas que habían vivido experiencias traumáticas (y que podían ser diagnosticadas dentro del cuadro de Trastorno por Estrés Postraumático); en el segundo grupo, mujeres que habían vivido situaciones vitales estresantes que no llegaban a la catalogación de traumáticas; y en el tercero, aquellas que parecían no haber vivido situaciones de este tipo.

De las 94 mujeres del estudio, aproximadamente el 42% habían vivido una o más situaciones traumáticas. El 28.7% refería haber vivido sólo situaciones estresantes.

El análisis estadístico mostró que había diferencias significativas en cuanto al intervalo de tiempo libre de enfermedad (antes de la recurrencia o aparición de la metástasis) entre los tres grupos. La comparativa reveló que las mujeres que no habían vivido situaciones estresantes ni traumáticas habían vivido libres de enfermedad un tiempo significativamente más largo que aquellas que habían sufrido situaciones estresante o traumáticas ( una media de 62 meses para las que no habían atravesado situaciones estresantes o traumáticas frente a una media de 31 meses para las que sí habían atravesado situaciones estresantes o traumáticas).

Este estudio concluye que una historia de Situaciones Estresantes o Traumáticas podría reducir la capacidad del organismo para resistir al desarrollo del Cáncer de Mama. Estos resultados con consistentes con el posible efecto a largo plazo de las vivencias estresantes de la temprana infancia en los sistemas implicados en la respuesta de estrés, tal como el eje Hipotálamo-Pituitaria-Adrenal (HPA).

Bibliografía:

Oxana Palesh, Lisa D. Butler, Cheryl Koopman, Janine Giese-Davis, Robert Carlson, «Stress history and Breast Cancer Recurrence», Journal of Psychosomatic Research, 63(3), 2007, pg. 233-239.

Traduccción: Pablo Pérez García, Col. O-2138

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Estrés psicosocial y cáncer de mama:inter-relación entre eventos estresantes, formas de afrontamiento y personalidad.


«Este estudio quasi-prospectivo con 2163 mujeres que acudían a screening de Cáncer de Mama, indica que ciertas formas de afrontamiento y tipos de personalidad predisponen a algunas mujeres con un riesgo más elevado a sufrir Cáncer de Mama tras la vivencia de un evento estresante mayor como un duelo o sucesos similares. Una exposición regular al estrés parece reducir el riesgo de malignidad. Sin embargo, un suceso único muy estresante resulta potencialmente mucho más peligroso, particularmente si la persona fue incapaz de exteriorizar sus emociones y obtener ayuda y consejos apropiados.

Biblkiografía:

Cooper CL., Faraguer EB. «Psychosocial stress and breast cancer: the inter-relationship between stress events, coping strategies and personality», Psychol Med. 1993, Aug: 23(3): 653-62.

Traduccción: Pablo Pérez García, Col. O-2138

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