Category : trastorno del espectro autista

Trastorno del Espectro Autista


Clasificación del Trastorno del Espectro Autista: DSM- IV- TR vs. DSM 5.

El Trastorno del Espectro Autista está clasificado en la última edición del DSM-5 dentro de los Trastornos del Neurodesarrollo. Estos son un grupo de afecciones con inicio en el período de desarrollo, a menudo comienzan antes de que el niño/a comience la escuela primaria, y están caracterizados por un déficit en el desarrollo que produce dificultades en el funcionamiento social, personal, académico u ocupacional. Varía desde limitaciones muy específicas del aprendizaje o del control de funciones ejecutivas hasta deficiencias globales de las habilidades sociales e inteligencia.

trastorno del espectro autista

La anterior edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, el DSM- IV-TR englobaba dentro de los Trastornos Generalizados del Desarrollo los siguientes:

– Trastorno Autista (Autismo de Kanner)

– Trastorno de Rett

– Trastorno de Asperger (Autismo de Alto Funcionamiento): suelen diferenciarse del Autismo de Kanner en que aquí aparece lenguaje formal aunque pueda haber un uso poco funcional o adaptativo. Además, la discapacidad intelectual está presente en menor medida.

– Trastorno Desintegrativo Infantil

– Trastorno Generalizado Del Desarrollo No Especificado

Con la llegada del DSM-5 diferenciamos entre los anteriores con especificaciones que el clínico añade al diagnóstico.

Características diagnósticas del Trastorno del Espectro Autista

El Trastorno del Espectro Autista se caracteriza por déficits persistentes en la comunicación y la interacción social en múltiples contextos, incluidos la reciprocidad social, comportamientos comunicativos no verbales usados para la interacción social y habilidades para desarrollar, mantener y entender las relaciones. Además, se requiere la presencia de patrones de comportamiento, intereses o actividades de tipo restrictivo o repetitivo. Las manifestaciones del trastorno varían mucho en función de la gravedad de la afección, nivel del desarrollo y edad cronológica.

Comunicación e interacción social

Los deterioros en la comunicación e interacción social son generalizados y prolongados. Muchos tienen deficiencias lingüísticas que varían entre la ausencia completa del habla hasta la escasa comprensión de los demás, la ecolalia o el lenguaje poco natural y demasiado literal. A pesar de que las características del lenguaje formales pueden estar intactas, como el vocabulario o la gramática, el uso de éste puede estar deteriorado. El lenguaje muchas veces es unilateral, carente de reciprocidad social y se utiliza más para pedir o clasificar que para compartir experiencias.

Muestran déficit en reciprocidad emocional, es decir, deficiencias en la capacidad para interactuar con otros y compartir pensamientos o sentimientos. Pocas o ninguna vez inician la interacción social y no comparten emociones.

Las deficiencias en los comportamientos comunicativos no verbales son evidentes por un contacto ocular, gestos o expresiones faciales, orientación corporal o una entonación de la voz que están disminuidos o ausentes, o son atípicos.

Una de las características que aparece de forma temprana es la alteración de la atención compartida puesta de manifiesto en la dificultad para señalar con las manos o para mostrar objetos cuyo interés pueda compartirse con otros o la incapacidad para seguir cómo otro señala con las manos o dirige la mirada.

Puede haber un interés social ausente, reducido o atípico, manifestado por el rechazo a las otras personas, pasividad o un trato inapropiado (agresivo o destructivo). Muchas veces estos niños muestran falta de juegos sociales y de imaginación compartidos.

Con el objetivo de mejorar la comunicación interpersonal e intrapersonal es interesante trabajar la Inteligencia Emocional en el niño o adulto autista (leer más sobre Inteligencia Emocional: Inteligencia Emocional).

Concretamente, con la Comunicación No Violenta mejoramos la gestión, expresión y comprensión de las emociones y la comunicación interpersonal (leer más sobre la Comunicación No Violenta: CNV).

Patrones de comportamiento, intereses o actividades restringidas o repetitivas

El trastorno del espectro autista también se define por patrones de comportamiento, intereses o actividades restringidas o repetitivas. Entre ellos están las esterotipias motoras simples como el aleteo de manos o movimiento rápido de dedos; el uso repetitivo de objetos y habla repetitiva.

trastorno del espectro autista

La excesiva inflexibilidad de las rutinas y patrones de comportamiento restringidos se pueden manifestar como una resistencia a los cambios (por ejemplo, insistencia en seguir reglas) o patrones de comportamiento verbal o no verbal ritualizados (por ejemplo, preguntas repetitivas). Son frecuentes las reacciones extremas y los rituales relacionados con el sabor, olor, textura o apariencia de los alimentos, y las restricciones alimentarias excesivas.

¿Cómo podemos detectar el Trastorno del Espectro Autista?

Los primeros síntomas del trastorno del espectro autista implican frecuentemente un retraso en el desarrollo del lenguaje, acompañado por falta de interés social (por ejemplo, llevar a alguien de la mano sin intentar mirarle), patrones de juego extraños (por ejemplo, llevar juguetes de un lado a otro sin jugar con ellos) y patrones de comunicación inusuales (por ejemplo, saber el alfabeto pero no responder a su propio nombre).

Los síntomas se reconocen normalmente durante el segundo año de vida (12-24 meses de edad), pero se pueden observar antes de los 12 meses si los retrasos del desarrollo son grave.

Échale un vistazo al «Viaje de María»: El Viaje de María

 

Andrea Figar Álvarez

Psicóloga