Category : psicosis

ESQUIZOFRENIA, TRASTORNO BIPOLAR Y TRAUMA INFANTIL


Esquizofrenia, Trastorno Bipolar y Trauma Infantil

El trauma infantil aumenta el riesgo de desarrollar trastornos mentales graves en la edad adulta (Varese et al. 2012), siendo responsable de casi el 32% de los trastornos mentales graves, entre ellos la Esquizofrenia y el Trastorno Bipolar (Green et al. 2010).

Los pacientes con Esquizofrenia que informan de más experiencias traumáticas en la infancia son más propensos a presentar características clínicas adversas como síntomas depresivos, intentos de suicidio y peor funcionamiento (Young et al. 2015).

Aunque cada vez tiene más reconocimiento la importancia de estas experiencias tempranas en trastornos como la Esquizofrenia y el Trastorno Bipolar, los estudios con terapias como EMDR (¿Qué es EMDR?)o la Terapia Cognitivo Conductual centrada en el trauma son aún escasos.

Actividad física

La actividad física promueve la resiliencia y reduce los niveles de estrés (Deuster y Silverman, 2013), incluyendo la reducción de las emociones tras una tarea de estrés (Childs y de Wit, 2014) y protege contra las consecuencias conductuales y metabólicas de los eventos estresantes (Silverman y Deuster, 2014).

Es posible que el ejercicio físico pueda aliviar la carga emocional tras la experiencia de maltrato en la infancia en Esquizofrenia y Trastorno Bipolar. Sin embargo, esto aún no ha sido abordado en la literatura.

Aas, Djurovic, et al. (2019) concluyen que los pacientes que realizan actividad física durante al menos 90 minutos por semana tenían un mejor rendimiento de la memoria de trabajo, así como menos síntomas depresivos, en comparación con pacientes inactivos. Sin embargo, no se aclara en esta investigación el papel del trauma infantil.

esquizofrenia

Hipótesis de estudio

En este estudio se investiga el papel de la actividad física en pacientes con diagnóstico de Esquizofrenia y Trastorno Bipolar teniendo en cuenta la presencia o ausencia de experiencias traumáticas en la infancia.

La hipótesis era que los pacientes con experiencias traumáticas en la infancia físicamente activos tendrían mejor funcionamiento de la memoria de trabajo y menos síntomas depresivos que aquellos con experiencia de trauma infantil físicamente inactivos, siendo esta actividad de 90 minutos por semana como punto de corte (Firth et al. 2015; Aas Djurovic, et al., 2019).

En segundo lugar, se hipotetiza que los pacientes físicamente activos y sin experiencias infantiles adversas tendrían el mejor rendimiento de la memoria de trabajo y menores niveles de síntomas depresivos. Mientras que los pacientes inactivos y con antecedentes traumáticos tendrían el peor rendimiento de la memoria de trabajo y síntomas depresivos más graves.

Resultados y Discusión

Los resultados significativos fueron los siguientes:

  1. No hubo diferencias significativas en presencia de trauma infantil entre el grupo físicamente activo frente al inactivo
  2. El grupo inactivo tenía una memoria de trabajo significativamente peor y más síntomas depresivos que el grupo activo
  3. Los pacientes del grupo activo/sin trauma tenían menos probabilidades de presentar un episodio psicótico. Además, obtuvieron mejores resultados en las evaluaciones clínicas y cognitivas ajustadas a la edad, medicación, sexo y diagnóstico de Esquizofrenia o Trastorno Bipolar

Por lo tanto, este estudio muestra que las personas con diagnóstico de Esquizofrenia o Trastorno Bipolar que informan de historia de trauma en la infancia, tienen peor rendimiento de memoria de trabajo y síntomas depresivos más graves si son físicamente inactivos.

Los resultados apoyan la hipótesis de que la actividad física es importante. Un reciente meta-análisis sugiere que la actividad física promueve una reducción de los niveles de cortisol en individuos con una enfermedad mental (Beserra et al. 2018).

Resumiendo, los resultados apoyan la actividad física como un factor potencialmente importante en trastornos mentales graves, siendo necesario aclarar si esta actividad puede aliviar algunas de las características fisiopatológicas a largo plazo tras experiencias traumáticas infantiles en adultos con trastorno mental grave.

Aquí os dejo el enlace al artículo: Actividad física y trauma infantil en trastorno mental grave

 

Andrea Figar Álvarez

Psicóloga

PSICOSIS Y EXPERIENCIAS TRAUMÁTICAS


Psicosis y trauma psicológico

Un gran número de estudios han destacado el papel de experiencias traumáticas tempranas como factor predisponente importante para una gran variedad de trastornos psicopatológicos como trastornos del estado de ánimo y de ansiedad, trastornos de la conducta alimentaria, trastornos de la personalidad, trastornos disociativos, trastornos por abuso de substancias y psicosis (MacMillan et al., 2001; Nelson et al., 2002; Pereda, Gallardo-Pujol y Jiménez Padilla, 2011; Read y Bentall, 2012). Respecto a la psicosis, las experiencias traumáticas han sido consideradas como uno de los factores predisponentes y/o precipitantes en el desarrollo de un psicosis en personas con vulnerabilidad.

psicosis

Estudios de la relación entre trauma y psicosis

Concretamente, como muestra de la asociación entre psicosis y experiencias traumáticas, Varese y colaboradores (2012) llevaron a cabo un exhaustivo meta-análisis en el que combinaron un total de 36 estudios (18 caso- control, 10 prospectivos y 8 con población general), incluyendo aproximadamente a unos 80.000 individuos. La psicosis se definía como la presencia de experiencias psicóticas atenuadas o como trastornos psicóticos. Por lo que se refiere a las experiencias traumáticas infantiles, contemplaron abusos sexuales, psicológicos o emocionales, negligencia, bullying y fallecimiento de los padres, ocurridos antes de los 18 años, encontrando una relación significativa entre la presencia de dichas experiencias y la psicosis (odds ratio =2.78).

En nuestro país, destaca el estudio llevado a cabo por Álvarez y colaboradores (2011), donde analizaron la prevalencia de experiencias traumáticas infantiles en 102 pacientes con trastorno mental grave (esquizofrenia, trastorno bipolar y trastorno esquizoafectivo), encontrando que casi la mitad de los pacientes (47.5%) había sufrido abusos en la infancia. Así, el 22% de los hombres y el 18% de las mujeres referían abusos físicos, y el 28% y 42% respectivamente informaban de abusos sexuales previos.

En el caso de la esquizofrenia, la presencia de síntomas positivos ha sido relacionada con historia previa de trauma (Hammersley et al., 2003; Hardy et al., 2005; Read et al., 2003; Shevlin et al., 2011). Un gran número de pacientes que han sufrido experiencias de abuso en la infancia presentan sintomatología positiva, como alucinaciones auditivas y visuales, ideación paranoide, inserción del pensamiento o ideas de referencia (Ross, Anderson y Clark, 1994). En muchos de estos estudios, el contenido de dichas alucinaciones se encontraba relacionado con el trauma sufrido previamente (Hardy et al., 2005; Heins, Gray y Tennant, 1990; Read et al., 2003; Read, Bentall y Fosse, 2009).

Por lo que se refiere al tipo de maltrato, si bien es cierto que la mayoría de los estudios se han centrado en el análisis de la relación entre abuso sexual y psicosis, al añadir otros tipos de maltrato como maltrato psicológico, negligencia o abandono y abusos físicos y al darles el mismo peso en el estudio, se apunta a una importante relación entre estas formas de maltrato y la psicosis. Así, varias investigaciones han encontrado que el maltrato psicológico es la experiencia traumática más frecuente referida por los pacientes con trastornos del espectro esquizofrénico (Álvarez et al., 2011; Margo y McLees, 1991; Muenzenmaier, Meyer, Struening y Ferber, 1993).

¿Cómo podemos intervenir?

Una de las intervenciones con mayor apoyo empírico para el tratamiento del trauma psicológico es La Técnica de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular (EMDR) de Francine Shapiro. Para más información sobre esta técnica: EMDR

 

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Andrea Figar Álvarez

Psicóloga