Epidemiología y Sincronicidad: el Tarot y el I Ching como ciencia
A lo largo de mi carrera profesional en el ámbito de la Psicología siempre he tratado de integrar lo esotérico, lo intuitivo y lo artístico con lo académico, lo analítico y lo científico.
Cuando estaba más centrado en lo científico, en mi paso por el hospital, llevando a cabo una gran Revisión de Estudios Médicos sobre Estilo de Vida y Cáncer de Mama (http://estiloanticancer.wordpress.com/investigacion/), entré en contacto con el I Ching a través de un taller de teatro en el que se exploraba el movimiento del cuerpo en base a los ocho trigramas. En la introducción que C. Jung hacía al texto traducido por R. Wilhem encontré una frase que me dio la clave: Hablaba del estudio de la Sincronicidad (las condiciones únicas e irrepetibles de una persona en un momento dado) a través del azar como vehículo para la manifestación del Supraconsciente.
Mientras que en los cientos de investigaciones cientificas que yo había revisado, los autores intentaban por todos los medios que sus resultados no fueran atribuibles al azar, o lo que es lo mismo, que fueran estadisticamente significativos (deseo que lleva en ocasiones a distorsionar, intencionadamente o no, los resultados, sesgo que se conoce como “publication bias”) Jung manifestaba claramente la utilidad de la versión oracular del I Ching para, utilizando el azar, profudizar en la comprensión de las condiciones de una persona única en un momento único. Es decir, lejos de rechazar el azar como objeto no científico, proponía la utilización de este para profundizar en la comprensión de la persona y su entorno y así acercarse a lo que siempre ha perseguido y persigue la ciencia: comprender, explicar, predecir y controlar la realidad.
Entonces me decidí por el estudio no sólo del I Ching, sino también del Tarot, como herramientas para una mayor comprensión del ser humano.