Ataque de Pánico y Trastorno de Pánico
El ataque de pánico es un episodio aislado, de comienzo brusco, con sensaciones corporales (angustia) que son normales en situaciones de alarma, con una lectura cognitiva distorsionada y catastrófica de la realidad (pánico), y con una necesidad imperiosa de huir de la situación (reacción fóbica).
Ya que la descripción de ataque de pánico incluye síntomas de angustia y fóbicos, estos pueden presentarse en otros Trastornos de Ansiedad, en Trastornos del Afecto, abuso de sustancias, y algunas intoxicaciones y síndromes de abstinencia.
Estos síntomas pueden ser desencadenados por situaciones o lugares, o ser espontáneos hasta donde el sujeto puede detectar, lo cual no significa que no hubiere una causa subyacente y/o desencadenante.
El Trastorno de Pánico consiste en ataques de pánico reiterados, con miedo al miedo, es decir, miedo a un nuevo episodio de pánico, y con una limitación creciente y restrictiva de lugares y actividades de la vida del sujeto (síntomas agorafóbicos).
Es interesante cómo cambia el objeto del miedo que siente el sujeto que, cuando está lejos de tener un ataque, es a otro ataque (miedo al miedo); en cambio, cuando está cursando un ataque, el miedo es a morir, a perder el control, a volverse loco o a desplomarse.
Es relevante la grave distorsión cognitiva del paciente de pánico, responsable de la conducta evitativa y huidiza que se perpetua y lleva al sujeto a pensar: “esta vez me pude salvar, seguramente por suerte o porque lo detuve a tiempo, pero la próxima vez puede que no tenga tanta suerte… debo estar alerta siempre, en todo momento, por las dudas”.
Dres. Solvey, Terapias de Avanzada, Buenos Aires, 2006.