Aracnofobia: fobia a las arañas.
La Aracnofobia o fobia a las arañas es una de las manifestaciones de la Zoofobia o fobia a los animales más extendida.
Las personas que sufren esta fobia tienden a mantenerse alejados de sitios donde creen que puede haber arañas o donde han observado telas de araña. Sienten rechazo a entrar en un lugar en donde hayan visto una araña, aunque fuera de lejos, y habitualmente les supondrá un gran esfuerzo permanecer en ese lugar, no importando lo inofensiva que sea la araña.
La Aracnofobia o fobia a las arañas tiene implicaciones importantes para quien la sufre, como dónde escogerá vivir, dónde irá de vacaciones o en qué ocupará su tiempo libre.
Parece que la Aracnofobia o fobia a las arañas tiene relación con el miedo, frecuentemente inconsciente, a ser tragado, inmovilizado o atrapado, debido a la manera en que las arañas capturan a los insectos voladores en sus redes.
Como todas las fobias, constituye un miedo patológico e implica fuerte tendencia a huir o evitar el estímulo fobígeno. Es importante diferenciar entre un miedo adaptativo a las arañas, como el que puede experimentar una persona en cuyo entorno existen arañas potencialmente peligrosas para su salud, lo cual le permite estar alerta y detectar su presencia antes, y el terror fóbico.
En la Península Ibérica, como en toda Europa, abundan las arañas y casi todas ellas poseen veneno. Algunas de ellas, aunque pocas, son gravemente patógenas para el hombre, especialmente para niños con peso menor a 15 Kg., ancianos, enfermos coronarios, cuadros de hipertensión grave y embarazadas.
De manera que el miedo a las arañas, y el estado de alerta que la reacción de miedo desencadena y permite detectarlas más fácilmente, evitando así mordeduras que pueden causar daño físico, es adaptativo y parte de nuestro aprendizaje filogenético.
Sin embargo, cuando el miedo a las arañas es desmedido y aparece fuera de su contexto temporal, evolutivo y geográfico, puede ser perjudicial y limitar innecesariamente la vida de la persona. Es entonces cuando el miedo se convierte en fobia y la persona que lo sufre en aracnofóbica.
Es infrecuente que las personas que presentan Aracnofobia tengan una historia de intoxicación grave por mordedura, lo cual muestra que la relación entre el pasado biográfico y la sintomatología del aracnofóbico no es directa ni manifiesta en la mayoría de los casos.
En cualquier caso, las Técnicas de Reprocesamiento e Integración Cerebral, focalizadas en las situaciones en que la persona mostró esta conducta fóbica, tienden a esclarecer dicha relación, así como a reducir la sintomatología asociada. Es muy común observar cómo una persona aracnofóbica supera su miedo y cómo desaparece el trastorno mayoritaria o completamente tras pocas sesiones de reprocesamiento.
Pablo Pérez García, Psicólogo
Nota: este artículo no contiene fotos por respeto a las personas que sufren este trastorno.