Tratamiento de Fobias: Reprocesamiento vs. Reestructuración cognitiva.
La psicoterapia de Reprocesamiento con Técnicas de Integración Cerebral (TIC), produce una mejoría notable en el tratamiento y pronóstico de las personas aquejadas de trastornos fóbicos respecto de un abordaje desde una perspectiva cognitivo-conductual.
Desde la orientación cognitivo-conductual el tratamiento para fobias consta básicamente de Reestructuración cognitiva, entrenamiento en relajación y exposición.
La Reestructuración cognitiva tiende a ser el primer paso en el tratamiento de la fobia desde una orientación cognitivo-conductual. Se trata de, a través del diálogo, hacer ver al paciente lo irracional, inconveniente e insatisfactorio que resultan sus reacciones fóbicas.
Sin embargo hoy sabemos que la conducta fóbica no está necesariamente mediada por la corteza cerebral, sobre la que incide la reestructuración cognitiva, de manera que este paso puede ser sumamente ineficaz. Recientes investigaciones en neurofisiología nos informan de que las estructuras amigdalinas, máximas responsables subcorticales de desencadenar reacciones emocionales negativas, principalmente el miedo, inciden sobre el hipotálamo, máximo responsable de desencadenar la respuesta neuroendocrina, a través de la cual llegamos a experimentar las sensaciones corporales características (aumento de la frecuencia cardiaca, aumento de la presión sanguinea en las extremidades para huir, parálisis en algunos casos, etc.) por dos vías distintas: una, a través de la corteza, por la cual el razonamiento, y por tanto la reestructuración cognitiva, sí mediaría en la respuesta de miedo-huida; y otra directa, que no pasa por la corteza cerebral y sobre la que, por lo tanto, no tiene ninguna capacidad de acción la corteza cerebral ni tampoco la reestructuración cognitiva del enfoque cognitivo-conductual. Esta vía directa que conecta las estructuras amigdalinas con el hipotálamo se activa en situaciones de emergencia, en las que el organismo entiende que no hay tiempo suficiente para pensar detenidamente sobre qué respuesta sería más conveniente y cuál menos, es decir, es la vía preferente de conexión estructuras amigdalinas-hipotálamo de las respuestas fóbicas, en las que la reacción al estímulo fóbico es inmediato y la necesidad de evitarlo imperante.
Esta es una razón de peso para entender porqué la reestructuración cognitiva y el enfoque cognitivo-conductual en el tratamiento de las fobias ofrecen resultados muy inferiores a los que ofrece el Reprocesamiento con Técnicas de Integración Cerebral (TIC).
Por otro lado, en la mayoría de los casos, la persona ya reconoce la irracionalidad de su conducta fóbica y, a pesar de ello, no puede evitarla. Esta es una razón por la cual la reestructuración cognitiva puede resultar tediosa para el paciente en cuanto que el psicólogo de orientación cognitivo-conductual está tratando de hacerle ver algo que ya sobradamente comprende.
Pablo Pérez García, Psicólogo, Experto en Psicopatología, Graduado TIC.