Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH): Definición
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad se ha descrito como un conjunto de síntomas de intranquilidad motora, de impulsividad, de reducida capacidad atecional, de dificultades específicas de aprendizaje (dislexia, en particular) y de inestabilidad emocional.
Antes de los 4 años los síntomas son difíciles de distinguir de los comportamientos normales. Se suele identificar con más frecuencia en la escuela primaria, cuando la inatención es más destacada y deteriora el rendimiento. A continuación, una tabla con los síntomas preponderantes según la etapa evolutiva del niño:
ESTAPA PREESCOLAR | Hiperactividad |
ETAPA PRIMARIA | Inatención |
ADOLESCENCIA | Hiperactividad menos frecuente y puede limitarse a inquietud o impaciencia |
EDAD ADULTA | Puede ser problemática la impulsividad aun cuando hiperactividad haya disminuido |
Epidemiología
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad se presenta en el 3-5% de la población escolar. El ratio niño/niña: 4-9/ 1 (posible infradiagnóstico en niñas). También se ha visto que esta etiqueta disminuye su frecuencia en la adolescencia con respecto a la niñez, sobre todo en varones. Es más frecuente que aparezca en clase social baja o situación psicosocial adversa.
De todos modos, entre el 50-80% siguen mostrando problemas en la adolescencia: aunque los problemas centrales del TDAH podrían disminuir (especialmente hiperactividad), aún persistirían otros como el mal rendimiento, consumo de tóxicos, problemas sociales…
El seguimiento en la edad adulta muestra que entre el 50-65% manifiesta diferentes formas de problemas principales del trastorno: situación desventaja escolar/laboral, posición laboral baja o historia inestable, depresión, conducta antisocial…
¿Qué predice esta estabilidad o resultado negativo?Las interacciones familiares, situación de adversidad y la posición social.
¿Cómo se describe el Trastorno por déficit de atención e hiperactividad? Criterios Manual Diagnóstico Diferencial de Trastornos Mentales (DSM-5)
No se ha podido identificar un déficit específico de atención en TDAH, aunque hay un mayor apoyo a un déficit en atención sostenida, es decir, en tareas que implican una atención mantenida durante un largo período de tiempo y discriminación de estímulos relevantes. El déficit de atención aparece frecuentemente en situaciones monótonas, aburridas o rutinarias.
Respecto a la hiperactividad, está referida tanto a un exceso de actividad como a una actividad inoportuna. Se caracteriza por un movimiento excesivamente enérgico, de cualquier modo, desoganizado y carente de objetivos. Se suele presentar más a menudo en situaciones muy estructuradas o sedentarias.
Por último, la impulsividad sería la deficiencia en la inhibición de la conducta. Estos niños son incapaces de controlar su conducta y demorar la gratificación. Se ha demostrado que correlaciona con el nivel de hiperactividad y no es un factor independiente.
En el grupo con predominio de déficit de atención hay mayor proporción de niñas, de mayor edad y con mayor deterioro académico. En el grupo combinado (síntomas de déficit de atención y de hiperactividad/ impulsividad) hay mayor número de niños y un deterioro general mayor.
Problemas asociados
El niño con Trastorno por déficit de atención e hiperactividad puede tener problemas asociados: Dificultades específicas del aprendizaje (DEA) y problemas emocionales principalmente.
Entre el 15- 20% de DEA se acompañan de TDAH y la mayoría de niños DEA tienen problemas socioemocionales pudiendo ser estos últimos consecuencia de la experiencia de fracaso en el aprendizaje.
Se estima que entre el 40- 50% de los niños con TDAH también presentan diagnóstico de DEA.
La comorbilidad con los trastornos del comportamiento también es muy elevada en muestras clínicas, estimándose que entre 20-60% de niños con TDAH presentan también Trastorno disocial y Trastorno Negativista Desafiante y en niños con Trastorno Disocial el 90% presenta TDAH.
Cuando se presenta TDAH y otros trastornos del comportamiento normalmente hay relación con conductas antisociales en los padres, conflictos matrimoniales, estrés materno y una mala comunicación o problemas en la díada padre/madre- hijo.
Para más información sobre el trastorno aquí dejo estudios de interés:
Introducción y Etiopatogenia TDAH
Andrea Figar Álvarez
Psicóloga
Declaraciones del Dr. Thomas Szasz, profesor emérito de psiquiatría y miembro vitalicio de la APA (Asociación americana de psiquiatría) sobre la administración de Ritalin (Concerta, Rubifen y otros psicoestimulantes) a niños por prescripción médica ante supuesto TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad). Pinchar aquí para ver.
Hay extensísima información disponible en internet. Este video es sólo una pequeña muestra del desastre que los psicoestimulantes pueden causar y causan en los niños.
La inquietud y la falta de atención siempre han existido, y si ahora se da con más frecuencia habrá que preguntarse porqué:
¿No puede ser que algunos niños se aburran en clase porque los maestros no saben llegar a ellos?
¿No ha habido siempre niños más traviesos y que molestan más?
¿No puede ser una manera de llamar nuestra atención?
¿No puede ser que les desconcertemos con nuestra comunicación incongruente, cuando les decimos que hagan algo y nosotros hacemos lo contrario? ¿Con qué se quedan, con lo que ven que hacemos o con lo que les decimos que hagen? Algo tienen que obviar, a algo tienen que desatender.
¿No pasan los niños, por término general, cada vez menos tiempo con sus padres, ahora que la tónica es que ambos, padre y madre, trabajen fuera? ¿Por qué van a atender ellos a los adultos si nosotros no les atendemos a ellos? Y buscar quién se encargue de ellos no es la atención de la que hablamos.
Observando la comunicación en la familia, la interacción entre sus miembros, la manera que tienen de resolver sus problemas, que muchas veces es la causa de que el problema de acentúe y se dilate, cuando no el problema en sí mismo, podemos reconvertir este problema de conducta del niño en una vía de comprensión de sus necesidades y muchas veces mejorar otros aspectos relativos a su entorno.
Busque vías alternativas a la medicación. Su hijo se lo agradecerá.
Firma: Pablo Pérez García, Psicólogo.
Experto en Psicopatología Y Salud.
NºColeg.:O-02138.