Inteligencia Emocional, Afecto Positivo y Creatividad
Ya se ha visto que el desarrollo de la Inteligencia Emocional mejora el bienestar percibido y la satisfacción personal, lo que nos hace estar más contentos y vivir más felices.
Pues bien, vamos a ver ahora cómo ese mayor bienestar, ese estar más contentos que produce el desarrollo de la Inteligencia Emocional, nos permite ser más creativos, encontrar nuevas soluciones a viejos problemas y gestionar mejor los inevitables cambios y las frecuentes situaciones inesperadas que se nos van presentando día tras día.
Tres experimentos estudiaron la relación entre el Afecto (estar más contento o menos) y el Pensamiento Creativo Divergente (o Creatividad).
En el primer estudio se comparó la producción creativa de personas que daban puntuaciones más altas y más bajas en la Escala de Afecto Positivo y Negativo (PANAS). En el segundo estudio se indujo afectividad positiva y negativa (alegría y tristeza) a través de proyecciones audiovisuales. En el tercer estudio se indujeron dos estados afectivos opuestos a través de un feedback facial enmascarado: al primer grupo se le pidió que sujetara un lápiz con los dientes (alegría) y al segundo que lo sujetara con su labio superior (enfado).
Los resultados de los tres estudios indicaron que tanto el Afecto General Positivo como la Alegría incrementaban la producción de Pensamiento Creativo Divergente.
Pablo Pérez García, Psicólogo.
Formación (Cursos y Talleres) en Inteligencia Emocional en Oviedo y Gijón, Asturias.
Referencias Bibliográficas:
E. Fernández-Abascal, M. Martín Diaz, Affective Induction and Creative Thinking, Creativity Research Journal 2013; 25 (2)