Estrés Diario y Estrés Crónico: sobrecargas y conflictos
El Estrés Diario son todas esas pequeñas dificultades, esas demandas del entorno que obligan a nuestro organismo a activarse un poco más (terminar el trabajo cuando queda poco tiempo, meterme en el centro comercial para hacer la compra cuando llevo todo el día trabajando, atender al bebé que llora mientras controlo que no se me queme la comida, levantarme por la noche para cuidar de mi madre, que está mayor, cuando tengo que madrugar y estar bien descansado, etc.).
Lo percibo como una exigencia del ambiente, un esfuerzo. Si estas situaciones se van acumulando y se mantienen en el tiempo, mis esfuerzos se pueden ir convirtiendo en tensiones, y mis tensiones en dolores y desgaste.
Necesito descansar de todas estas exigencias del entorno, del Estrés del día a día. Necesito dormir bien, comer bien (que no quiere decir comer mucho y “delicatesen”, sino equilibrada y saludablemente), tomar el aire y el sol (este último con moderación, esconderme un poco en verano y buscarlo en invierno) hacer ejercicio (si llevo una vida sedentaria) pasar tiempo en entornos naturales (que nos hace más fuertes ante el Estrés).
Además de la sobrecarga de trabajo y obligaciones, otra fuente de Estrés Diario son los conflictos con los otros, las discusiones, la percepción de que me quieren pasar por encima, el miedo a que mi jefe me eche, la tensión con mi pareja, etc.
Estos conflictos me ponen alerta, me hacen estar bien pendiente para que no se escape una oportunidad para contraatacar, me llevan a pensar en el día a día como una batalla, como una lucha por la supervivencia (igual que nuestros ancestros en las cuevas pendientes de no se devorados por las fieras).
Estas condiciones están tan extendidas en nuestra sociedad que las vemos como normales, pero el organismo no lo ve así, sufre desgaste si se mantiene prolongadamente en este estado de sobreactivación y alerta (estado que por la fuerza de la costumbre puede llegar a pasarnos desapercibido) y se revela, no acepta este expolio fisiológico que produce el Estrés Crónico, y nos da muestras de ello, nos da síntomas psíquicos, como Ansiedad (hoy va a ser igual, no me va a dar tiempo, voy a discutir, etc.) o Depresión (ya está bien, ya no puedo más, hoy no me levanto, me duele todo, etc.) o físicos (hipertensión, taquicardias, angustia, cansancio, enfermedades inflamatorias, contraigo enfermedades infecciosas con frecuencia, etc.).
Yo creo que la vida no tiene porqué ser así y animo a cualquiera a que intente encontrar una vida más auténtica, más rica, más plena, y para esto la mejor estrategia es conectar con el Ser esencial que todos llevamos dentro, que nos mostrará el camino a seguir.
Pero en cualquier caso: para los que aun no se deciden a cambiar, para los que están en ello y para los que ya lo han hecho (y es que cuando uno conecta con el Yo esencial trabaja más, pero lleno de gratitud, de humildad, de satisfacción, entregado, disfrutando) es fundamental:
Meditar (más información sobre la Meditación, técnicas, cursos: http://www.akapsico.com/clases-meditacion-cursos/)
Aprender a resolver conflictos con los demás, para lo que la técnica de la Comunicación No Violenta (CNV) es idonea (más información sobre Comunicación No Violenta, cursos y talleres: http://www.akapsico.com/comunicacionnoviolenta-cnv/)
Pablo Pérez García, Psicólogo
Anteción en Oviedo y Gijón, Asturias
Tfno: 629835699; mail: pablo@akapsico.com