Manejo de estrés en la infancia
El estrés en la infancia tiene efectos negativos a corto y a largo plazo, por ejemplo: quejas somáticas, carencias en gestión emocional, ansiedad, depresión, trastornos de la conducta… Algunos factores estresantes con los que se encuentran los niños incluyen problemas familiares (estrés en los padres, discusiones, trastornos en los progenitores…), violencia (experimentada por el niño u observada), cambios de escuela o de ciudad, presión en el contexto escolar (por ejemplo, exámenes)… Por lo tanto, es tremendamente nutritivo adquirir Técnicas de Manejo de Estrés desde edades tempranas.
El objetivo de este estudio piloto era evaluar la efectividad de una técnica de manejo de estrés basada en la hipnosis aplicada en el contexto escolar (muestra de niños de 8 años) utilizando para su medida la variabilidad de frecuencia cardíaca (VRH). La VRH se describe como el fenómeno fisiológico de la variación en el intervalo de tiempo entre cada latido cardíaco que incluye tanto elementos simpáticos como parasimpáticos y, por lo tanto, es una medida referida al Sistema Nervioso Autónomo.
Para más información sobre Coherencia Cardíaca: Coherencia Cardíaca
Las hipótesis iniciales son las siguientes:
- Los niños que aprenden Técnicas de Manejo de Estrés tienen menos síntomas de ansiedad y una mejora de la variabilidad de frecuencia cardíaca (VRH), en comparación con los niños que no adquieren estas herramientas,
- Estas mejoras continuarían al cabo de un año.
Para medir el nivel de ansiedad se utilizó la Escala de Ansiedad Manifiesta Revisada (RMAS), utilizando la puntuación promedio de ansiedad total en cada grupo. Como medición cualitativa, se le pidió al profesor que completara un cuestionario al final para obtener la información sobre la utilidad percibida del aprendizaje de técnicas de manejo de estrés y su posibilidad de aplicación en el entorno escolar.
Al comienzo de la intervención, cada niño también fue instruido individualmente durante 5/ 10 minutos en respiración diafragmática. La Técnica de Manejo del Estrés consistía en: alrededor de un minuto de respiración diafragmática, cuatro minutos de estiramientos y movimientos (incluyen crecer como una flor y pararse como un árbol mientras se enfoca la atención en un punto), otro minuto de respiración profunda, y luego cuatro minutos de imaginación guiada (ejemplo: ir mentalmente a su lugar favorito donde se sienten seguros y felices). Esta instrucción fue llevada a cabo por la profesora durante 10 minutos diarios.
Resultados
Escala de Ansiedad Revisada
El grupo de control tiene una puntuación total bruta en ansiedad estadísticamente más alta que la del grupo que adquirió técnicas de manejo de estrés, pero las puntuaciones T de base para ambos grupos estaban dentro del rango no clínico (no son puntuaciones en ansiedad clínicamente significativas). En el seguimiento de 1 año, se encontró una pauta similar, con una continuación significativa de niveles más bajos de ansiedad en el grupo de intervención.
Variabilidad de Frecuencia Cardíaca
La puntuación basal de ambos grupos antes de la intervención fue la misma. Inmediatamente después de la intervención, ninguno de los grupos mostró un cambio estadísticamente significativo la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC); aunque el grupo de intervención mejoró, el cambio no fue estadísticamente significativo.
En el seguimiento a largo plazo, la VFC en el grupo de intervención mostró una mejora estadísticamente significativa. En el grupo de control, hubo una disminución en su VFC durante el seguimiento, lo que indica que los niños del grupo control fueron menos capaces de relajarse de lo que eran al inicio de la intervención.
Evaluación cualitativa
El profesor del grupo de intervención observó que el uso de técnicas de manejo de ansiedad era útil a la hora de retomar la tarea por parte de los niños tras el recreo.
Discusión
Los resultados del estudio apoyan la hipótesis de que una intervención de manejo del estrés da como resultado una reducción de los síntomas de ansiedad informados y una mejora función autónoma (medida mediante la variabilidad de frecuencia cardíaca [VFC]), y que estos efectos continuaron a largo plazo. Además, tanto los profesores como los propios niños consideraron que estas técnicas fueron útiles para manejar los estresores diarios.
Los niños del grupo de intervención continuaron mejorando significativamente en el próximo año escolar, con un profesor diferente, diferentes compañeros de clase y sin realizar más intervenciones, lo que sugiere que los resultados descritos se debieron al aprendizaje de las Técnicas de Manejo de Estrés y no al maestro o a las interacciones entre estudiantes. En el mantenimiento y mejora en la gestión de estrés indudablemente inflye la práctica frecuente de estas técnicas, lo cual fue informado por los niños.
Es preocupante la disminución en la medida de variabilidad de frecuencia cardíaca (VFC) en el grupo control, ya que podría haber empeorado su capacidad para hacer frente a los estresores diarios y su regulación emocional en el plazo de un año.
Conclusiones
Se concluye que una breve intervención diaria en manejo de estrés en el contexto escolar puede disminuir los sentimientos de ansiedad y mejorar la capacidad de relajación del niño, aumentando así su resiliencia y su adaptación presente y futura a las vicisitudes vitales .
Sería interesante para próximos estudios tener en cuenta el tiempo necesario de intervención para ver estas mejorías, así como obtener información biográfica previa de cada participante.
Documento fuente: Efectos de una intervención en Manejo de Estrés en una escuela primaria
Andrea Figar Álvarez
Psicóloga
El Estrés Diario son todas esas pequeñas dificultades, esas demandas del entorno que obligan a nuestro organismo a activarse un poco más (terminar el trabajo cuando queda poco tiempo, meterme en el centro comercial para hacer la compra cuando llevo todo el día trabajando, atender al bebé que llora mientras controlo que no se me queme la comida, levantarme por la noche para cuidar de mi madre, que está mayor, cuando tengo que madrugar y estar bien descansado, etc.).
Lo percibo como una exigencia del ambiente, un esfuerzo. Si estas situaciones se van acumulando y se mantienen en el tiempo, mis esfuerzos se pueden ir convirtiendo en tensiones, y mis tensiones en dolores y desgaste.
Necesito descansar de todas estas exigencias del entorno, del Estrés del día a día. Necesito dormir bien, comer bien (que no quiere decir comer mucho y “delicatesen”, sino equilibrada y saludablemente), tomar el aire y el sol (este último con moderación, esconderme un poco en verano y buscarlo en invierno) hacer ejercicio (si llevo una vida sedentaria) pasar tiempo en entornos naturales (que nos hace más fuertes ante el Estrés).
Además de la sobrecarga de trabajo y obligaciones, otra fuente de Estrés Diario son los conflictos con los otros, las discusiones, la percepción de que me quieren pasar por encima, el miedo a que mi jefe me eche, la tensión con mi pareja, etc.
Estos conflictos me ponen alerta, me hacen estar bien pendiente para que no se escape una oportunidad para contraatacar, me llevan a pensar en el día a día como una batalla, como una lucha por la supervivencia (igual que nuestros ancestros en las cuevas pendientes de no se devorados por las fieras).
Estas condiciones están tan extendidas en nuestra sociedad que las vemos como normales, pero el organismo no lo ve así, sufre desgaste si se mantiene prolongadamente en este estado de sobreactivación y alerta (estado que por la fuerza de la costumbre puede llegar a pasarnos desapercibido) y se revela, no acepta este expolio fisiológico que produce el Estrés Crónico, y nos da muestras de ello, nos da síntomas psíquicos, como Ansiedad (hoy va a ser igual, no me va a dar tiempo, voy a discutir, etc.) o Depresión (ya está bien, ya no puedo más, hoy no me levanto, me duele todo, etc.) o físicos (hipertensión, taquicardias, angustia, cansancio, enfermedades inflamatorias, contraigo enfermedades infecciosas con frecuencia, etc.).
Yo creo que la vida no tiene porqué ser así y animo a cualquiera a que intente encontrar una vida más auténtica, más rica, más plena, y para esto la mejor estrategia es conectar con el Ser esencial que todos llevamos dentro, que nos mostrará el camino a seguir.
Pero en cualquier caso: para los que aun no se deciden a cambiar, para los que están en ello y para los que ya lo han hecho (y es que cuando uno conecta con el Yo esencial trabaja más, pero lleno de gratitud, de humildad, de satisfacción, entregado, disfrutando) es fundamental:
Meditar (más información sobre la Meditación, técnicas, cursos: http://www.akapsico.com/clases-meditacion-cursos/)
Aprender a resolver conflictos con los demás, para lo que la técnica de la Comunicación No Violenta (CNV) es idonea (más información sobre Comunicación No Violenta, cursos y talleres: http://www.akapsico.com/comunicacionnoviolenta-cnv/)
Pablo Pérez García, Psicólogo
Anteción en Oviedo y Gijón, Asturias
Tfno: 629835699; mail: pablo@akapsico.com
Muchos científicos e investigadores, algunos neurocardiólogos, hoy en día creen que el corazón, que mantiene una constante comunicación e interacción de doble sentido con el cerebro, funciona como un auténtico cerebro semiautónomo.
Ciertamente, corazón y cerebro se influencian mutuamente y, al contrario de lo que muchas personas piensan, la cantidad de información que el corazón manda al cerebro es mucho mayor que a la inversa. Esta información incluye señales cardiacas que pueden influenciar la percepción, la experiencia emocional y las funciones cognitivas superiores.
Dr. J. Andrew Armour introdujo el concepto “cerebro cardiaco” en 1991. Armour demostró la existencia de un sistema nervioso propio del corazón (una intrincada red de neuronas, neurotransmisores, proteínas y células de soporte tal como se encuentra en el propio cerebro) que le permite funcionar como un pequeño cerebro (este elaborado circuito le permite actuar independientemente del cerebro craneal, es decir, aprender, recordar e incluso sentir y emocionarse).
Uno de los más importantes descubrimientos del Instituto HeartMath es que alterando intencionadamente el estado emocional propio mediante las técnicas de focalización cardiaca (Meditación del Corazón) se modifican las señales neurológicas ascendentes que van del corazón al cerebro. Esto sugiere que cuando las personas experimentan sinceros sentimientos positivos, cuando el ritmo cardiaco se vuelve más coherente, es posible modificar las funciones corticales. Estos descubrimientos también pueden ayudar a explicar los significativos cambios en la percepción, el incremento de la claridad mental o la mejora de la intuición que tantos individuos que practican la Meditación de Coherencia Cardiaca han relatado.
La práctica de la Meditación de Coherencia Cardiaca y el uso de los Biofeedbacks EmWave pueden ayudarle a mejorar la comunicación entre su mente y su corazón (y, consecuentemente, repercutir sobre las funciones corticales y subcorticales, ya que la mayor comunicación con el cerebro es a través del Sistema Límbico, también conocido como Cerebro Emocional)*.
Firma: Sara Childre, Presidente de HeartMath
*La cursiva es añadida
Traducción: Pablo Pérez García, Psicólogo Col. O-2138.
Entrenamiento en Coherencia Cardiaca y otras técnicas de Meditación. Talleres y cursos en Oviedo y Gijón, Asturias.
Tfno: 629835699; mail: pablo@akapsico.com
Bibliografía:
Armour, JA “Anatomy and function of the intrathoracic neurons regulating the mammalian heart”. In Zucker IH and Gilmore JP, eds. Reflex control of the circulation, Boca Raton FL, CRC Press 1-37, 1991.
Armour JA, Ardell J, eds. “Neurocardiology”, New York NY, Oxford University Press, 1994 .
Ni el Estrés, la Ansiedad o la Depresión son trastornos “simplemente psicológicos” ni la hipertensión arterial o los dolores de espalda, por ejemplo, son “estrictamente médicos”.
Estudios clínicos sugieren que entre el 50 y el 75% de todas las visitas al médico están motivadas sobre todo por el estrés y que, en términos de mortalidad, el estrés es un factor de riesgo más grave que el tabaco.
La mayoría de los medicamentos más utilizados en los países occidentales pretende tratar problemas relacionados con el estrés: los antidepresivos, ansiolíticos, relajantes musculares y somníferos, antiácidos, para la acidez y úlceras, y los dedicados a combatir la hipertensión y el colesterol.
Un Estrés Crónico provoca Ansiedad y Depresión, pero no sólo eso, sino también consecuencias negativas en el cuerpo: insomnio, arrugas, hipertensión, palpitaciones, dolor de espalda, problemas de la piel, de digestión, infecciones recurrentes, esterilidad e impotencia sexual.
Además afecta a las relaciones sociales y al rendimiento profesional: irritabilidad, pérdida de la capacidad de escuchar, descenso de la concentración, repliegue sobre uno mismo y pérdida del espíritu de equipo. Estos síntomas son típicos de lo que se denomina Sobrecarga Laboral o Burn-out.
Por ello es muy recomendable abordar un trastorno de este tipo de una manera integrada u holística que aborde los principales aspectos involucrados.
Hay varios aspectos profundamente involucrados en los trastornos relacionados con el Estrés, la Ansiedad y la Depresión, que son (pinchando sobre cada uno de los siguientes apartados accederá a amplia información relacionada):
- Traumas Psíquicos y Heridas Emocionales del Pasado: cerrándolas curamos nuestro Cerebro Emocional. (EMDR, TIC, Cromo-TIC, ICV, etc.)
- La Activacion Emocional y el Estrés: podemos aprender a controlarlos.
- La Inteligencia Emocional: desarrollarla para comprendernos y comprenderles.
- Integración social: para llenar ese “vacío”.
- Ejercicio físico, Alimentación y Luz: cuidar nuestro organismo para que él cuide de nosotros.
- Vacío espiritual: no sentirme conectado conmigo mismo, con los otros y con el Todo.
Pablo Pérez García: Psicólogo., PsicoOncólogo
Oviedo y Gijón, Asturias.
Teléfono: 629 835 699
pablo@akapsico.com
Referencias bibliográficas:
Servant-Schreiber, D. MD. PhD. (2003)”Curación Emocional”, Kairos.
Cummings, N.A. y N. Van den Bos (1981) “The twenty year kaiser permanent experience with psychotherapy and medical utilization: Implications for national health policy and national health insurance”, Health Policy Quarterly, nº1 (2), pp.159-175;
Kessler, L.G., P.D. Cleary, et al. (1985) “Psychiatric disorders in primary care”, Archives of General Psychiatry, nº42, pp.583-590;
MacFarland, B.H., D.K. Freeborn et al. (1985) “Utilization patterns among long-term enrollees in a prepaid group practice health maintenance organization”, Medical Care, vol. 23, pp. 1.121-1.233.
Grossarth-Maticek, R. y H.J. Eysenck (1995) “Self-regulation and mortality from cancer, coronary heart diseases and other causes: A propective study”, Personality and Individual differences, vol. 19 (6), pp. 781-795.
El Miedo (Angustia, Pánico), la Agresividad (Hostilidad, Conflictos) y la Evitación (Fobias) son componentes centrales del Estrés y la Ansiedad. Nuestras emociones dependen de nuestro Cerebro Emocional (Sistema Límbico), quien además regula prácticamente toda la fisiología del organismo: respiración, ritmo cardiaco, tensión arterial, el apetito, el sueño, la libido, la secreción hormonal e incluso el sistema inmune.
Debemos pues aprender a regular nuestro Cerebro Emocional para tener mayor control, no sólo sobre nuestras emociones, sino también sobre nuestras reacciones fisiológicas.
Para ello no existe sólo un camino, sino muchos. Algunos de los más eficientes e innovadores son (pinchando sobre los siguientes apartados en naranja accederá, dentro de este mismo sitio, a información detallada sobre dichas técnicas):
EFT
Coherencia Cardiaca
Pero Técnicas de respiración, de Relajación, de Meditación o Auto-Hipnosistambién resultan adecuadas.
Lo fundamental no es qué técnica se utilice, sino utilizar la correcta en cada caso y de manera eficaz. Para ello, el Instituto HeartMath ha desarrollado en los últimos años una tecnología capaz de mostrarnos en la pantalla de un ordenador cómo responde nuestro Sistema Nervioso Autónomo, artífice de los cambios fisiológicos ligados al estrés, a las órdenes del Cerebro Emocional.
Pablo Pérez García, psicólogo.
Gijón, Asturias.
Teléfono: 629 835 699
pablo@akapsico.com
Al estimular la Respiración Abdominal, es decir, respirando predominantemente con la barriga en vez de con el pecho (Respiración Torácica), conseguimos, entre otros cambios beneficiosos para la salud, que sea el Diafragma el músculo principalmente responsable del proceso respiratorio, en vez de los músculos Intercostales (que utilizamos en la Respiración Torácica).
Al ser el Diafragma un músculo más grande y fuerte y mejor desarrollado y diseñado filogenéticamente (en la evolución de la especie) para sostener continuamente el trabajo muscular que implica el acto de respirar, este tipo de respiración resulta más saludable y beneficioso para los procesos de relajación y descanso del organismo.
La implicación preferente de los músculos Intercostales en la respiración está muy relacionada con los estados de Estrés del organismo (estados de alta activación fisiológica). Tanto la Respiración Torácica (músculos intercostales) como el Estrés (hiperactivación fisiológica) si se mantienen demasiado tiempo, generan problemas de salud. En el caso de los músculos Intercostales el problema más común y evidente es el dolor de pecho (por sobrecarga muscular) que, desgraciadamente, muchas veces nos lleva a pensar que tenemos algún problema en el corazón.
Este dolor de pecho es muy común en las personas que sufren Trastornos de Estrés y/o Ansiedad, ya que la Respiración Torácica (utilizando los músculos Intercostales de la zona alta del pecho por encima de sus capacidades) es característica de las personas que sufren estos trastornos ligados al Estrés y la Ansiedad.
Debemos recordar que el Estrés y la Ansiedad pueden ser estados adaptativos, saludables y en muchos casos necesarios para sobrevivir. Sin embargo, cuando son mantenidos durante mucho tiempo, producen problemas físicos, emocionales y psicológicos.
El dolor de pecho derivado de la utilización preferente y sostenida de los músculos Intercostales en la respiración (en vez del Diafragma) es una de las consecuencias más comunes y preocupantes asociadas al Estrés y los Trastornos de Ansiedad.
Las personas que sufren Crisis de Angustia/Ataques de Pánico, Trastorno de Angustia/Desorden de Pánico y/o Agorafobia, muestran una marcada tendencia, debido a las Interpretaciones Catastrofistas (uno de los síntomas comunes en estos Trastornos de Ansiedad) a creer que se trata de un problema de corazón, con la consiguiente preocupación y malestar añadido al ya de por sí angustiante dolor.
La Respiración Abdominal, así como otras Técnicas de Respiración y Relajación, o modernas Técnicas de Auto-Ayuda como EFT pueden resultar muy útiles para reducir el Estrés y la Ansiedad.
Algo me preocupa: en el cuadro de mandos de mi coche hay un piloto rojo permanentemente encendido. Quizá sea algo importante. Lo llevaré al mecánico a que me lo mire.
En el taller el mecánico se muestra muy seguro, parece que sabe lo que tiene entre manos. Se lleva mi coche adentro, lo revisa, algo hace y, aunque yo no sé lo que es, confío en él. Él es el profesional.
Al rato me entrega el coche y me dice que ya está arreglado. Compruebo el cuadro de mandos y, en efecto, el piloto ya no se enciende. No sé lo que ha hecho pero supongo que ha resuelto la avería. Al fin y al cabo él es el profesional, él sabe y, aparentemente, ha resuelto el problema. Puedo irme tranquilo. Le doy las gracias, le pago y me voy…
¿Se iría tan tranquila esta persona a los mandos de su vehículo si supiera que el “arreglo” del mecánico consistió simplemente en quitar el fusible correspondiente y por eso el piloto se apagó?
¿Se iría tan tranquila esta persona si supiera que el piloto indicaba falta de aceite y que, ahora que no luce, en cualquier momento el nivel de aceite puede bajar tanto que se rompa el motor?
Y si llega a romperse el motor por falta de aceite… ¿Tendrá esta persona suficientes pruebas para denunciar al mecánico? ¿O será su palabra contra la de él, que es el profesional y está respaldado por su gremio y, en todo caso, sus fallos están cubiertos por una entidad aseguradora y su responsabilidad es limitada?
¿Y qué pasaría si en vez de estar hablando del piloto del aceite estamos hablando de un dolor de pecho?
¿Qué pasaría si en vez de hablar de un mecánico hablamos de un médico?
¿Qué pasaría si en vez de quitar un fusible para que no luzca el piloto receta un ansiolítico para el dolor de pecho?
¿Qué pasa si en vez de hablar de un coche estamos hablando de nuestro organismo?
¿Qué pasaría si en vez de la falta de aceite estamos hablando de la Ansiedad?
¿Saldría la persona tan tranquila de la consulta del médico si supiera que lo que ha hecho prescribiéndole el ansiolítico (o pastilla para los nervios, Ansiedad, Estrés) es lo mismo que ha hecho el mecánico quitando el fusible?
¿Se iría tan tranquila la persona si supiera que tomando la pastilla lo que consigue es apagar el “chivato” o la luz roja que indica que algo no va bien?
¿Se iría tan tranquila si supiera que tomando la pastilla lo que consigue es no percibir el malestar hasta que la “avería” sea grave?
¿Se iría tan tranquila si supiera que los efectos adversos de los fármacos son la razón fundamental de que la Iatrogenia (las enfermedades resultantes de los tratamientos médicos) sea una de las principales causas de muerte en el mundo?
Pablo Pérez García, Psicólogo O-2138
Experto en Psicopatología y Salud.
¿Qué es Estrés normal?
El concepto de “Estrés normal” procede del convenio social por el que asumimos que “la vida produce estrés y debemos aprender a vivir con él”. Cualquier convenio social está reducido a su lugar y su momento, por lo que el concepto de estrés normal es algo muy relativo.
¿Qué es Estrés patológico?
El concepto de Estrés patológico es más palpable ya que, si lo patológico es todo aquello que genera malestar o enfermedad, constataremos fácilmente el Estrés patológico por el malestar y las enfermedades que nos produce.
¿Terapia para el Estrés?
De la misma manera que patológico es aquello que genera malestar o enfermedad, terapéutico es todo aquello que genera bienestar o salud.
Necesitaremos Terapia para el Estrés en los casos en que éste nos genere malestar o enfermedad, ya se muestre éste como un Trastorno de Ansiedad o como un Trastorno Cardio- vascular.
¿Cómo se trata el Estrés?
Cuando el Estrés está dentro de lo que tendemos a llamar “Estrés normal” y ya que “debemos aprender a vivir con él” lo más adecuado en este caso es aprender Técnicas de Auto-ayuda. Aunque las más conocidas son las Técnicas de Relajación, existen otras muchas Técnicas de Autoayuda o Crecimiento/Desarrollo Personal que, dependiendo de la persona y de la situación concreta, pueden ser más indicadas.
Cuando el Estrés es más grave, cuando nos está produciendo un malestar físico o emocional elevado, aunque las técnicas de auto-ayuda pueden ser beneficiosas, es más adecuado llevar a cabo un tratamiento psicoterapéutico que puede venir acompañado o no por un tratamiento psiquiátrico-farmacológico (UN TRATAMIENTO PSIQUIÁTRICO-FARMACOLÓGICO PUEDE ACOMPAÑAR, NUNCA SUBSTITUIR, A UN TRATAMIENTO PSICOTERAPÉUTICO para superar el Estrés y la Ansiedad. Ver “Estrés y Ansiedad: La pastilla de los nervios.”)< Pablo Pérez García, Psicólogo.
Cuando nos disponemos a hacer una presentación frente a un público, ya sea dar una charla, exponer las cualidades de un producto que queremos vender, una clase magistral ante unos alumnos, un concierto en un auditorio, una representación escénica, informar de una propuesta a un grupo de accionistas o inversores, defender un proyecto, exponer oralmente una materia, etc., nuestro organismo se activa.
Esta activación del organismo puede aparecer tanto antes (ansiedad) como durante (estrés) la presentación y su intensidad varía mucho de una persona a otra y también de una situación a otra aun para la misma persona.
Cuando esta activación fisiológica tiene una intensidad adecuada nos permite disponer de capacidades y recursos de inteligencia, de convicción, de observación, de concentración, etc. que nos ayudan y nos encaminan al éxito.
Sin embargo, esta activación muchas veces es exagerada y produce temblores en las piernas o en los brazos, sequedad de boca, confusión mental, nauseas, malestar abdominal, dolores de pecho o de cabeza, rigidez e incluso parálisis. Estos síntomas de activación exagerada nos ponen aun más nerviosos y la cosa va de mal en peor. Nos dan ganas de evitar esa situación (sin nos sentimos así antes) o de que termine cuanto antes y no vuelva a suceder (cuando nos sentimos así en el transcurso) y esto genera una limitación de nuestras capacidades, de nuestras posibilidades de éxito social, personal o profesional.
Aunque las técnicas de relajación convencionales y la auto-hipnosis pueden ser efectivas para controlar estos nervios (estrés, ansiedad, miedo) requieren un periodo de entrenamiento que puede ser demasiado largo para el ritmo de vida actual.
EFT es una técnica revolucionaria del campo de la auto-ayuda y el mejoramiento personal que compendia conocimientos de acupresión, kinesiología, psicoterapia y otros campos, que se aprende de manera rápida y fácil y se puede aplicar en menos de un minuto para generar una regulación general del Sistema Nervioso Autónomo y el Sistema Límbico, los principales responsables de las emociones y sensaciones de estrés, ansiedad y miedo, produciendo una mejoría inmediata de los síntomas físicos (temblores en las piernas o en los brazos, sequedad de boca, confusión mental, nauseas, malestar abdominal, dolores de pecho o de cabeza, rigidez e incluso parálisis) y cognitivos (miedo, inseguridad, evitación).
Cuando las contrariedades ocurren frecuentemente a lo largo del día y de la semana, pasan a tener gran impacto sobre el individuo, ya que una tras otra se van acumulando y sus efectos se van sumando hasta llegar a provocar graves deterioros en la conducta. Este cúmulo de contrariedades lo puede percibir el individuo como estrés diario.
Aunque los efectos sobre la salud de estos estresores diarios o contrariedades parecen obvios por su cercanía en el tiempo y porque su significado es bastante puntual y claro, cuando estas vivencias de estrés diario están asociadas a situaciones concretas, si el contexto es frecuentemente el mismo y la persona carece de capacidades de afrontamiento efectivas, el malestar que ocasiona el enfrentarse a estas situaciones a diario es grande, y la persona precisa de experiencias positivas compensatorias para reducir el estrés que le generan. Si carece de ellas, la continuidad de estas situaciones cronifica la respuesta de estrés y los efectos sobre la salud y el bienestar se multiplican.
Hay investigaciones que relacionan peores niveles de salud con experiencias previas vividas como contrariedades. Las contrariedades también se relacionan con la enfermedad de Crohn (este proceso inflamatorio crónico, con dolor intestinal, diarrea, vómitos y nauseas, condiciona en el individuo que lo sufre un estado de ánimo más negativo, que a su vez repercute en sus actitudes hacia sí mismo, hacia la enfermedad y hacia los demás, que acentúan la percepción de amenaza y estrés de manera estable), con el síndrome de intestino irritable (que con su alta prevalencia y el tratamiento medico sintomático que recibe, también lleva a esa actitud de recelo, cinismo e irritabilidad emocional que tanto se relaciona con la agresividad y el estrés crónico), con la artritis reumatoide y las migrañas (el padecimiento de estos trastornos condiciona una actitud más negativa y tendente al estrés y la hostilidad como rasgo), con la enfermedad arterial coronaria y respuestas cardiovasculares acentuadas (directamente relacionadas con la respuesta de estrés), y con, en general, mayor riesgo de padecer enfermedades infecciosas y un decremento en la efectividad del sistema inmune que traen consigo una pérdida de calidad de vida y bienestar que tiende a sesgar las actitudes y conductas del individuo hacia la desconfianza, el cinismo, la hostilidad, negativismo, etc., que tanto acentúan el carácter tendente al estrés crónico.
Cuando los sucesos diarios vividos como contrariedad son recurrentes, tienden a producir una cronificación del estrés. La diferencia entre entender, por ejemplo, que mi relación de pareja es mala y me está produciendo una situación de estrés crónica, o pensar en que no soporto ciertas actitudes y costumbres de mi mujer, que son puntuales pero que se dan varias veces a lo largo del día y día tras día, recurrentemente, puede ser muy relativa y subjetiva para la persona que lo sufre, y difícil de establecer para el profesional que debe hacer un diagnóstico diferencial entre ambas.
La sobrecarga laboral que puede provocar una situación crónica de estrés, a su vez provocará distintas situaciones estresantes como encargos que uno no tiene tiempo a llevar a cabo debido a esa sobrecarga laboral y que pueden ser conceptuados como estresores diarios, pero vinculados a una situación de estrés crónico. De manera que las contrariedades diarias pueden llegar a generar un estrés crónico si se repiten una y otra vez en el tiempo, y una situación vivida como estresante que se repite y genera un estrés crónico puede manifestarse a través de distintos sucesos puntuales diarios o contrariedades.
Tanto los estresores diarios puntuales como los estresores crónicos, dependen en buena parte de la conceptualización que el individuo hace del hecho o de la situación y de los recursos de afrontamiento que posee, que a su vez vienen marcados por las experiencias anteriores y las relaciones tempranas. De modo que el hecho de vivir como contrariedades ciertos sucesos cotidianos y como estresantes ciertas condiciones de vida, igual que tiene un componente objetivo (el ruido o la contaminación son dañinas en sí y empobrecen la calidad de vida), también tiene uno subjetivo y que puede, en muchos casos, ser el mismo los dos casos. No poder superar, por ejemplo, el trato desconsiderado de un compañero de trabajo, con estrategias como son el ignorar sus comentarios, la paciencia, la alianza con otros compañeros, el contraataque, etc. que se percibe manifiestamente, es una fuente de estrés crónico que genera, a su vez, situaciones diarias potencialmente estresantes. Un trauma relacional temprano o un vinculo inadecuado con el cuidador primario generará un deficiente desarrollo de las estrategias de coping, derivadas de una regulación emocional poco adaptativa, lo cual permite que el mal carácter de un compañero (que ni siquiera ha de ser tal, puede ser nuestra propia percepción sesgada por nuestras experiencias negativas la que nos haga verle de esa manera) nos genere una respuesta de estrés o distrés altamente perturbadora.
Por otro lado, el rebosamiento del estrés, debido a una situación de estrés crónica, puede llevar a focalizar la atención en las características negativas de las situaciones diarias, así como a interpretarlas de una manera aun más negativa, pasando a vivir situaciones triviales diarias (un atasco, por ejemplo) como contrariedades, de manera que el verdadero estresor queda enmascarado por una especie de acting en el que uno se queja de algo que tiene poca importancia o carece de ella, para así desplazar su atención y esfuerzo de la situación que primariamente le está provocando el malestar, y que es mucho más importante, precisa de más esfuerzo y genera más miedo y evitación, a otra secundaria (este es un mecanismo que tiene mucho que ver con los rasgos obsesivos y fóbicos). Esta situación de rebosamiento bien puede venir debida a experiencias anteriores negativas y vínculos tempranos inadecuados, que limitan al individuo para afrontar y resolver sus problemas, tomando como salida el desplazamiento hacia cuestiones secundarias.