Psicosis y trauma psicológico
Un gran número de estudios han destacado el papel de experiencias traumáticas tempranas como factor predisponente importante para una gran variedad de trastornos psicopatológicos como trastornos del estado de ánimo y de ansiedad, trastornos de la conducta alimentaria, trastornos de la personalidad, trastornos disociativos, trastornos por abuso de substancias y psicosis (MacMillan et al., 2001; Nelson et al., 2002; Pereda, Gallardo-Pujol y Jiménez Padilla, 2011; Read y Bentall, 2012). Respecto a la psicosis, las experiencias traumáticas han sido consideradas como uno de los factores predisponentes y/o precipitantes en el desarrollo de un psicosis en personas con vulnerabilidad.
Estudios de la relación entre trauma y psicosis
Concretamente, como muestra de la asociación entre psicosis y experiencias traumáticas, Varese y colaboradores (2012) llevaron a cabo un exhaustivo meta-análisis en el que combinaron un total de 36 estudios (18 caso- control, 10 prospectivos y 8 con población general), incluyendo aproximadamente a unos 80.000 individuos. La psicosis se definía como la presencia de experiencias psicóticas atenuadas o como trastornos psicóticos. Por lo que se refiere a las experiencias traumáticas infantiles, contemplaron abusos sexuales, psicológicos o emocionales, negligencia, bullying y fallecimiento de los padres, ocurridos antes de los 18 años, encontrando una relación significativa entre la presencia de dichas experiencias y la psicosis (odds ratio =2.78).
En nuestro país, destaca el estudio llevado a cabo por Álvarez y colaboradores (2011), donde analizaron la prevalencia de experiencias traumáticas infantiles en 102 pacientes con trastorno mental grave (esquizofrenia, trastorno bipolar y trastorno esquizoafectivo), encontrando que casi la mitad de los pacientes (47.5%) había sufrido abusos en la infancia. Así, el 22% de los hombres y el 18% de las mujeres referían abusos físicos, y el 28% y 42% respectivamente informaban de abusos sexuales previos.
En el caso de la esquizofrenia, la presencia de síntomas positivos ha sido relacionada con historia previa de trauma (Hammersley et al., 2003; Hardy et al., 2005; Read et al., 2003; Shevlin et al., 2011). Un gran número de pacientes que han sufrido experiencias de abuso en la infancia presentan sintomatología positiva, como alucinaciones auditivas y visuales, ideación paranoide, inserción del pensamiento o ideas de referencia (Ross, Anderson y Clark, 1994). En muchos de estos estudios, el contenido de dichas alucinaciones se encontraba relacionado con el trauma sufrido previamente (Hardy et al., 2005; Heins, Gray y Tennant, 1990; Read et al., 2003; Read, Bentall y Fosse, 2009).
Por lo que se refiere al tipo de maltrato, si bien es cierto que la mayoría de los estudios se han centrado en el análisis de la relación entre abuso sexual y psicosis, al añadir otros tipos de maltrato como maltrato psicológico, negligencia o abandono y abusos físicos y al darles el mismo peso en el estudio, se apunta a una importante relación entre estas formas de maltrato y la psicosis. Así, varias investigaciones han encontrado que el maltrato psicológico es la experiencia traumática más frecuente referida por los pacientes con trastornos del espectro esquizofrénico (Álvarez et al., 2011; Margo y McLees, 1991; Muenzenmaier, Meyer, Struening y Ferber, 1993).
¿Cómo podemos intervenir?
Una de las intervenciones con mayor apoyo empírico para el tratamiento del trauma psicológico es La Técnica de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular (EMDR) de Francine Shapiro. Para más información sobre esta técnica: EMDR
Artículos relacionados con el tema:
Relación entre trastornos psicóticos y experiencias traumáticas tempranas
Trauma infantil y trastornos psicóticos
Andrea Figar Álvarez
Psicóloga
La Integración del Ciclo Vital utiliza el “puente emocional” para encontrar el recuerdo conectado con el problema actual. El cliente con su imaginación regresa a la escena del pasado llevando ahora consigo todo lo necesario para resolver el recuerdo. Una vez que el recuerdo está resuelto el terapeuta guía al cliente a través del tiempo hasta el presente, utilizando la Línea del Tiempo de imágenes de la vida del mismo. Esta línea demuestra al sistema cuerpo-mente que el tiempo ha pasado y que ahora la vida es diferente.
El viaje a través de la Línea del Tiempo desde la escena del pasado hasta el presente se repite de 3 a 8 veces (o más) durante la sesión. Cada repetición muestra una “película” ligeramente diferente. La vista panorámica que se obtiene de la vida de la persona está relacionada una nueva capacidad de comprensión.
Como vemos, esta técnica está hermanada con el EMDR, uno de los tratamientos con mayor eficacia para el Trastorno de Estrés Postraumático. Para leer más sobre EMDR: EMDR
El Protocolo de Integración del Ciclo Vital
Paso 1: Encontrar el Estado del Ego o Recuerdo Fuente más conectado con el problema actual a través de un Puente Emocional
Hablamos con el paciente de su problema actual para ayudarle a traer las sensaciones corporales asociadas a él. No hay que analizar el problema ni etiquetar las emociones. Etiquetar las emociones es una actividad cognitiva que distanciará al cliente de las sensaciones corporales.
Cuando se centra en las sensaciones corporales debe prestar atención a lo que le va surgiendo y atender al recuerdo del pasado que le viene a la mente.
Paso 2: Discusión del Recuerdo Fuente
Pídele que te hable del Recuerdo Fuente que ha surgido. Averigua qué edad tenía en él, qué ocurrió. ¿Qué es lo que sintió entonces? ¿Cómo interpretó lo que ocurrió? ¿Quién estaba allí para apoyar el Yo Infantil del cliente y para explicarle lo que había pasado?
Para impedir el desbordamiento emocional, la persona deberá mantener sus ojos abiertos, y permanecer en su estado del Yo Adulto al hablar del Recuerdo Fuente.
Paso 3: Traer al Yo Adulto a la escena del recuerdo
En esta paso de la Integración del Ciclo Vital, el cliente se centra en el Recuerdo Fuente siendo consciente de lo que siente en su cuerpo cuando habla de lo que pasó, lo recuerda, lo visualiza.
Se trae su Yo Adulto en la escena. No es necesario visualizar al Yo Adulto en la imagen, puede simplemente sentir su presencia en la escena. Se le instruye para que le diga a su Yo Infantil en la escena, de forma interna y silenciosa: “Hola, soy tu Yo Adulto y he venido a tiempo para ayudarte”
Paso 4: Llevar al Estado del Ego Infantil a un lugar tranquilo
Se lleva al Yo infantil a un lugar tranquilo donde puedan relajarse, jugar juntos y hablar. Pídele que te identifique cuando el yo adulto y el niño/a estén allí.
El lugar tranquilo puede ser un lugar en que la niño/a se pueda relajar, en el que la niño/a y el/la adulto puedan conversar de forma confortable. El lugar puede estar en el pasado o ser imaginario.
Paso 5: La Conversación Interna en la Integración del Ciclo Vital
Se proporciona información actualizada al Estado del Ego Infantil. Una vez que han alcanzado un lugar tranquilo, la terapeuta instruye al Yo Adulto para que le diga al Estado del Ego Infantil con palabras que un niño de esa edad pueda entender:
“Dile a tu yo niño/a que _____ ocurrió hace mucho tiempo y ya pasó. Dile que _____ no fue su culpa y que tú sabes que no había nada que pudiera hacer para impedirlo. Dile que no hay nada de malo en él/ella. Que no es una mala persona”.
La terapeuta guía al cliente adulto para que le cuente al estado del ego infantil la historia que ocurrió de una forma que ayude al niño a comprender el suceso.
Paso 6: La integración neuronal se da a través de las repeticiones de la Línea del Tiempo de imágenes y recuerdos cronológicos
En este paso de la Integración del Ciclo Vital el terapeuta instruye al cliente para que le diga al Yo Infantil que el niño vive ahora con el adulto porque él es una parte importante del mismo y el niño ya no está solo nunca más.
El Yo Adulto del cliente le dice al niño que le va a mostrar con imágenes cómo ha crecido y se ha convertido en el Yo Adulto a través de la Línea del Tiempo previamente construida.
Con la Línea del Tiempo la meta para conseguir la integración, es lograr que la persona avance hacia una asociación de recuerdos más libre, según avanza a lo largo de su vida, año tras año. Para realizarla, terapeuta y paciente avanzan por la vida de éste desde recuerdos más tempranos hasta el presente. El cliente intenta pensar un recuerdo por cada año de vida y el terapeuta los anota. Deberían incluirse los hechos importantes como muertes de figuras de apego, amigos o hermanos, matrimonios, divorcios y nacimientos.
El terapeuta lee el recuerdo al cliente, comenzando con el recuerdo escrito en el año inmediatamente posterior al año en el que ocurrió el trauma.
Los recuerdos de tipo traumático siempre surgirán primero y son integrados antes durante el proceso de Integración del Ciclo Vital.
El procesamiento no está completado hasta que los recuerdos positivos asociados empiezan a ser integrados. Esto ocurrirá de forma espontánea si al cliente se le permite hacer suficientes repeticiones de los pasos 3 al 7.
Paso 7: Se trae al Yo Infantil al presente
Cuando el cliente alcanza la imagen del recuerdo de su edad actual, el terapeuta le instruye para llevar al Yo Infantil a su casa y mostrársela (la casa donde el cliente adulto viva actualmente).
Le da tiempo para decirle a su Yo Infantil en el presente cualquier cosa que le gustaría decirle. El terapeuta hace que el cliente le pregunte a su Yo Infantil si tiene alguna pregunta o preocupación. El cliente adulto responde las preguntas del niño. Regresa al paso 3 y repite los pasos del 3 al 7, otra vez.
Paso 8: Revisión del Recuerdo Fuente
El terapeuta le pide al cliente que otra vez vea la escena del pasado y que sea consciente de lo que siente en su cuerpo al ver la escena del recuerdo fuente. Si la integración está completada, las sensaciones en el cuerpo del cliente serán neutrales o de calma.
Si el cliente informa de que todavía siente malestar en su cuerpo al volver al recuerdo fuente, vuelve al paso 3 y repite los pasos del 3 al 7.
Paso 9: Revisión del Problema actual
Si el Recuerdo Fuente está limpio al revisarlo en el paso 8, el terapeuta hace que el cliente revise el problema actual.
Para más información sobre esta técnica: ICV
Andrea Figar Álvarez
Psicóloga
La teoría del apego (John Bowlby, 1958)
Definición de apego
La teoría del apego lo define como el lazo afectivo que une al niño y una figura específica que se expresa en la tendencia estable a mantener la proximidad y cuya vertiente subjetiva es la sensación de seguridad. Incluye el patrón habitual de expectativas, necesidades, emociones y comportamientos en interacciones interpersonales.
En función de las respuestas de los cuidadores a las conductas de apego, los niños van construyendo esquemas de las relaciones constituidos por las expectativas acerca de la disponibilidad de la figura principal de apego y por la representación de uno mismo como merecedor o no de cuidados.
Estos esquemas de apego pueden resultar desadaptativos cuando dificultan la búsqueda y el aprovechamiento de las relaciones interpersonales.
La calidad del vínculo, la respuesta sensible consistente de las figuras de apego a las necesidades del niño, será un factor determinante para el desarrollo de la personalidad y para la generación de los patrones de relación interpersonal a lo largo de la vida.
Tipos de apego en la infancia
La teoría del apego describe cuatro tipos:
Apego seguro: se caracterizan por el predominio de una valoración positiva de sí mismo y por la capacidad de percibir a los otros como personas en quien confiar, accesibles y sensibles a las propias necesidades. Tienen relaciones abiertas, productivas y flexibles, favoreciendo un funcionamiento psicosocial saludable.
Entre los tres y cinco años, por lo general, los niños con apego seguro son más curiosos, competentes, empáticos, resilientes y seguros, se llevan mejor con otros niños y forman amistades más estrechas que niños con apego inseguro.
En la niñez media y adolescencia, los niños con apego seguro suelen formar amistades más estrechas y más estables y mostrar un buen ajuste. Además, presentan niveles más bajos de psicopatología.
El apego seguro en la infancia se relaciona con mayor calidad de relaciones románticas en la edad adulta.
Apego inseguro evitativo: se caracterizan por la infravaloración de las relaciones de apego, poca confianza en los miembros de la familia y patrones de relación que incluyen idealización, rechazo o indiferencia hacia las figuras de apego.
Suelen ser personas autosuficientes e independientes que tienden a controlar sus emociones y a evitar la intimidad. Presentan una visión positiva de sí mismos. Además, muestran niveles más altos de psicopatología.
Apego inseguro ambivalente: se caracterizan por valorar sus relaciones de apego, aunque expresan temor a ser abandonados y tienen escasa autonomía. Las relaciones incluyen algún tipo de rechazo o interferencia de sus padres. Presentan mayor riesgo de psicopatología.
Apego inseguro desorganizado: se caracterizan por ser incapaces de mantener una estrategia de apego coherente. Parecen carecer de herramientas para lidiar con el estrés. De igual modo, muestran mayor riesgo de psicopatología.
Consecuencias del apego a largo plazo
Tal como propone la teoría del apego, la seguridad del mismo parece influir en la competencia emocional, social y cognoscitiva presente y futura. Cuanto más seguro sea el apego de un niño con un adulto, más probable será que desarrolle buenas relaciones con los otros.
Es importante tener presente el carácter preventivo de las intervenciones que puedan modificar estilos de apego inseguros, ya que se transmite de forma intergeneracional: la imagen de uno mismo y de los demás que tienen los progenitores influye en la percepción de sus hijos, en la manera de tratarlos y en la calidad de sus respuestas a las demandas de atención y cuidado.
Por tanto, si los progenitores establecen un apego inseguro con sus hijos puede surgir la probabilidad de maltrato o forma abusiva de comportamiento hacia los infantes, aumentando el riesgo de experiencias traumáticas.
En relación a las experiencias traumáticas, uno de los tratamientos actuales con mayor evidencia empírica es el EMDR (leer más sobre EMDR: http://www.akapsico.com/emdr/ )
¿Te ha interesado el tema? Más información aquí: El apego
Andrea Figar Álvarez
Psicóloga
Un Entrenamiento con Biofeedback HRV y Coherencia Cardíaca para Prevenir el TEPT puede ser una estrategia útil, eficaz y relativamente fácil de implementar.
El Desarrollo de la Resiliencia que se consigue con el entrenamiento y práctica diaria de las Técnicas de Coherencia Cardíaca y el apoyo de los Biofeedback HRV (Variabilidad de la Frecuencia Cardiaca) puede reducir los síntomas del Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).
Se trataría, por tanto, de una estrategia preventiva, ya que el entrenamiento lo llevarían a cabo personas sanas antes de que hubieran desarrollado el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).
Se ha encontrado una menor Variabilidad de la Frecuencia Cardíaca (HRV) en personas diagnosticadas de TEPT.
Una menor HRV también se asocia con Estrés Psicológico.
Una mayor HRV se asocia con interacciones sociales más positivas y con una mayor Resiliencia. Por tanto, un entrenamiento en Coherencia Cardíaca con Biofeedback HRV, que incrementa la Resiliencia Psicológica y la flexibilidad autonómica, puede incrementar la capacidad del individuo para adaptarse a los cambios y las demandas ambientales, así como a optimizar sus funciones ejecutivas.
Así lo indica un estudio reciente, llevado a cabo en 2018, con militares de la Guardia Nacional estadounidense.
Puedes leer el resumen del artículo traducido al castellano y el estudio íntegro en inglés aquí:
Entrenamiento en HRV y Reestructuracion Cognitiva para Prevenir TEPT
Más sobre Coherencia Cardíaca y Biofeedback HRV:
http://www.akapsico.com/category/coherencia-cardiaca/
Un Trauma Psíquico es una situación muy estresante (Situación Vital Estresante) vivida frecuentemente con sentimiento de impotencia (“no puedo hacer nada” “soy incapaz de manejarlo”, etc.) a menudo en un aislamiento enocional (nadie puede entenderme, a nadie le importa, para qé lo voy a contar, etc.) que nos pilla “a contra pie” (inesperada) y que parece no pasar en el tiempo (“la veo como si fuera ayer”) nos deja “congelados”, como si una parte de nosotros mismos se hubiera quedado entonces en aquel momento.
Muy ligado al fenómeno del Trauma Psíquico existe otro llamado Disociación: algunos Traumas Psíquicos se encuentran completamente “disociados”, es decir, no los recordamos en absoluto. Sin embargo, en mi experiencia, es más frecuente que podamos recordar algunos aspectos (lo que vimos, por ejemplo, el recuerdo visual) sin que ello nos produzca malestar, mientras que otros aspectos (lo que sentimos o lo que oímos, por ejemplo) se ha quedado escindidos (Disociación parcial) desintegrados de la vivencia, y son esos aspectos (o la situación completa si la amnesia es total) los que se acoplan a situaciones del presente y manifiestan la pervivencia del Trauma Psíquico provocando trastornos de Ansiedad (Fobias Específicas, Ansiedad Generalizada, Angustia, Pánico, Estrés Postraumático, Agorafobia…) y de Depresión.
De manera que esos “aspectos” (memorias sensoriales específicas”) que se han quedado disociados de la experiencia original,”andan revoloteando” por nuestra mente y, como si no supieran estar solos, como si existiera un campo de fuerza que los atrajera hacia situaciones concretas, se asocian en nuestro día a día a lugares, condiciones, situaciones que en algo se asemejan a la antigua, produciendo las respuestas de Angustia y de Pánico (también están detrás de muchos problemas de Depresión).
Para resolver estas condiciones patológicas psico-emocionales son especialmente útiles:
Técnicas de Reprocesamiento e Integración Cerebral (EMDR, TIC, Cromo-TIC, ICV, etc.)
Psicología Energética o Tapping (EFT, TFT)
Pablo Pérez García, Psicólogo
Oviedo y Gijón, Asturias
Tfno: 629835699; mail: pablo@akapsico.com
El Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT), nos dice el criterio diagnóstico oficial DSM-IV, es consecuencia de la vivencia de un acontecimiento estresante y extremadamente “traumático”, donde el individuo se ve envuelto en hechos que representan un peligro real para su vida o cualquier otra amenaza para su integridad física, el individuo atraviesa una situación en la que se producen muertes, heridos o existe una amenaza para la vida de otras personas; o bien el individuo conoce a través de un familiar o cualquier otra persona cercana acontecimientos que implican muertes inesperadas o violentas, daño serio o peligro de muerte o heridas graves (Criterio A1).
La respuesta del sujeto a este acontecimiento debe incluir temor, desesperanza y horrores intensos (o en los niños, un comportamiento desestructurado o agitado) (Criterio A2).
Los síntomas deben incluir la reexperimentación persistente del acontecimiento traumático (Criterio B), evitación persistente de los estímulos asociados a él y embotamiento de la capacidad de respuesta del individuo (Criterio C), así como una persistente activación o estrés (Criterio D). Este estado debe durar más de 1 mes (Criterio E) y provocar un malestar elevado, deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la vida del individuo (Criterio F).
Cuando el individuo presenta sólo algunos de estos síntomas es común que se le diagnostique “Trastorno Adaptativo”.
Los síntomas pueden aparecer a los pocos meses tras el incidente o tardar años en manifestarse.
Sin embargo, en todo lo anterior no se nos explica porqué unos individuos se sobreponen a este tipo de situaciones y otros no, es decir, no se explica de qué depende que una persona quede traumatizada y otra no ante un mismo suceso. Como tampoco hace referencia a otro tipo de situaciones no relacionadas con la muerte que también pueden ser traumáticas.
En el tratamiento del Estrés Postraumático, como herramientas que multiplican la eficacia de los tratamientos psicológicos convencionales, se han desarrollado en los últimos años:
Enlace a artículos relacionados:
Condiciones personales que determinan la traumatización.
Situaciones potencialmente traumáticas.
¿Qué es un trauma?
Pablo Pérez García, psicólogo.
El acontecimiento es vivido de manera dramática.
Formamos parte activa de la situación, es decir, el conflicto nos coge en medio.
Nos pilla desprevenidos, cuando uno menos se lo espera.
Es vivido en soledad, rumiando continuamente el problema (aunque todos saben lo que nos ha pasado, nadie sabe lo que hemos sentido)
No se encuentra una solución satisfactoria, es decir, la herida queda abierta.
Bibliografía:
“DHS”, Dr. R.G. Hamer.
CUANDO uno vivió una situación que no pudo asimilar, que le superó, y le abruman sensaciones o imágenes de insatisfacción, un diálogo interno angustiante, emociones negativas como la culpa, la angustia o el miedo cada vez que recuerda aquel hecho, y esto sucede más a menudo de lo dignamente soportable, entonces podemos hablar de Trauma Psicológico.
Existen muchas situaciones potencialmente traumáticas así como muchas manifestaciones encubiertas de un trauma psicológico (aquello que nos genera malestar puede ser algún estímulo asociado al Trauma, y no el trauma como tal. Una de las manifestaciones, más o menos encubiertas, más comunes de los Traumas Psicológicos son los Trastornos de Ansiedad (Pánico, Angustia y Agorafobia, Ansiedad Generalizada, Fobias, etc.).
CUANDO disponemos de las capacidades necesarias para asimilar las situaciones que la vida pone en nuestro camino, entonces “atravesamos” esas situaciones, aprendemos y nos desarrollamos a través de ellas. Si, por el contrario, se nos presenta una situación que no somos capaces de asimilar e integrar en nosotros mismos, porque no disponemos de las capacidades suficientes – y las capacidades requeridas para asimilar, pongamos por caso, un maltrato cuando somos niños, o un terremoto o un grave accidente cuando adultos, son, aproximadamente en un 25% de los casos, insuficientes o inadecuadas– entonces podemos decir que “la situación nos atraviesa”, y con ser atravesado quiero decir que la experiencia deja una herida, una marca, una brecha que rompe y desorganiza la integridad de nuestro ser e impide el desarrollo sano de nuestra propia existencia. Entonces podemos hablar de Trauma Psicológico.
Aquello que forma parte de nosotros mismos pero no integramos, no asimilamos ni aceptamos, no comprendemos, queda reprimido, sojuzgado, contenido en cierta manera, aislado del resto. Todo Trauma conlleva una represión que consume energía del organismo y resta capacidades al sujeto para afrontar el estrés diario.
Cualquier defensa que conlleve una evitación del Trauma Psicológico es, a largo plazo, inefectiva. El enemigo está adentro, nos corroe las entrañas, no podemos sacárnoslo de encima porque es parte de nosotros mismos, es como un cancer que extiende sus ramificaciones imparablemente, un cancer que confundimos con un organismo enemigo y que en realidad es una rebelión de nuestras propias células. La persona pasa por la vida, pero también la vida pasa a través de la persona, y deja rastro, a veces huellas indelebles y dolorosas por las que no pasa el tiempo (Traumas Psicológicos). Estos Traumas Psicológicos pueden ser atajados, comprendidos, asimilados, transformados y superados con ayuda de una buena psicoterapia. Estudios clínicos demuestran que EMDR (Técnicas de Reprocesamiento) así como TFT (Técnicas Energéticas) son algunas de las terapias más eficaces para resolver estos Traumas Psicológicos y las manifestaciones asociadas como, por ejemplo, los Trastornos de Ansiedad.
Firma: Pablo Pérez García
Psicólogo, Coleg.: O-02138
Experto en Psicopatología Y Salud
pablo@akapsico.com
Teléfono: 629835699
NO EXISTEN SITUACIONES TRAUMÁTICAS.
EXISTEN SITUACIONES POTENCIALMENTE TRAUMÁTICAS, ya que la formación del trauma está condicionada de manera decisiva por nuestros recursos para afrontar dicha situación. Una situación que genera un trauma en una persona no necesariamente la genera en otra diferente, es más, la situación que puede generar un trauma en una persona en un momento de su vida, puede no generarla en la misma persona en otro momento de mayor desarrollo o de distinto estado anímico.
Algunas de las principales situaciones potencialmente traumáticas son las siguientes:
DESASTRE NATURAL:
- Terremoto
- Inundación
- Incendio
- Alud
- Erupción volcánica
- Tornado, huracán
ATAQUE FÍSICO:
- Asalto con agresión
- Asalto a mano armada
- Ser secuestrado o tomado como rehén
ASALTO SEXUAL
- Violación
- Abuso sexual, tocamientos
ATAQUE A LA PROPIEDAD
- Robo
- Hurto
PÉRDIDAS FÍSICAS
- Enfermedad severa
- Heridas por accidente
- Lesiones auto-inflingidas (*)
- Pérdida de una función corporal
- Embarazo no deseado
ACCIONES VIOLENTAS
- Que causen la muerte por voluntad (como la guerra)
- Que causen la muerte accidentalmente
- Que causen daño accidentalmente
PÉRDIDAS POR MUERTE
- Muerte de cónyuge
- Muerte de hijo
- Muerte de padre/madre
- Muerte de amigo cercano
- Muerte de familiar cercano
- Muerte de compañero de trabajo
- Muerte de mascota querida
PÉRDIDA DE UN VÍNCULO AFECTIVO
- Infidelidad
- Final de relación amorosa
- Final de relación de amistad
TESTIGOS DE UNA TRAGEDIA
- Ver morir a una persona amada o amiga
- Ver a una persona amada o amiga ser gravemente herida
PELIGRO INMINENTE
- Ser amenazado con daño corporal
- Ser objeto de una amenaza de muerte creíble
AMENAZA DE UNA PÉRDIDA
- Infidelidad
- Enterarse que una persona amada tiene una enfermedad terminal
- Desaparición de un miembro de la familia
PÉRDIDA DE STATUS
- Ser despedido
- Ser rebajado en el cargo que ocupaba
- Ser rechazado para un ascenso
- Bancarrota o quiebra
- Humillación pública
- (*) En algunos casos de suicidio la sorpresa puede ser el haber sobrevivido. Esto puede constituir un trauma.
Firma: Pablo Pérez García
Psicólogo Coleg.: O-02138
e-mail: pablo@akapsico.com
Teléfono: 629835699
Bibliografía: