Amaxofobia o Fobia a Conducir.
Amaxofobia es la fobia a conducir un vehículo.
Debemos distinguir, como en otros casos de miedos extendidos entre la población en general, entre un miedo llevadero y un miedo extremo con fuerte tendencia a la evitación (fobia).
Aproximadamente un 33% de la población, con pequeñas diferencias según países, sufre sensaciones de estrés y ansiedad antes y durante la conducción.
Un tercio de los conductores españoles sufre este problema, en una proporción de mujeres que duplica a la de varones. Sin embargo, sólo el 6% de ellos entra en la categoría más grave, en la que el miedo se convierte en una sensación paralizante, capaz de provocar angustia (fobia que puede venir acompañada de crisis de angustia/pánico). Quienes lo padecen (un 4% de mujeres y un 2% de hombres) pueden experimentar ideas irracionales y negativas, dificultades para dormir, sudoración excesiva, temblores, dolor de estómago, taquicardias (complicaciones con otros Trastornos de Ansiedad).
Sólo en el último caso hablaríamos de trastorno fóbico.
La respuesta de estrés y emoción de ansiedad son habituales al volante y, más que constituir un trastorno fóbico, están relacionadas con las contrariedades diarias, la hostilidad y el ritmo de vida occidental. Lo que puede parecer un miedo o fobia también puede estar relacionado con un Estrés Postraumático (si ha sufrido o visto de cerca un accidente de tráfico). En este caso es común que el miedo o las sensaciones de malestar se relacionen con contextos específicos (conducir de noche, conducir por autopista, etc.)
Para reducir el malestar asociado a la respuesta de estrés al volante es interesante la práctica diaria de técnicas de relajación.
Cuando se trata de un trastorno fóbico, con o sin crisis de angustia/pánico, o de un Estrés Postraumático (TEPT) es interesante el trabajo de Reprocesamiento con Técnicas de Integración Cerebral (TIC).